El zinc, es un mineral de la naturaleza que sigue siendo muy comentado a través de las redes. Y aunque hoy, suene tan importante para diversos procesos del organismo, fue apenas en 1961, cuando se descubrió su esencialidad en la salud humana. Su déficit en la alimentación, es considerado hoy como un problema de salud pública. Incluso, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, menciona que este mineral, se encuentra en segundo lugar de importancia en el cuerpo humano después del hierro. Por ello, su presencia, es fundamental para gozar de una adecuada salud.
Precisamente del zinc vamos a desarrollar algunas ideas, en virtud de un requerimiento realizado por una seguidora. Su nombre es Julia, es una joven universitaria de Kansas. Cuando me contactó me comentó que, desde finales de verano ha estado muy susceptible a los resfriados y por supuesto esto le preocupa, dada la situación actual de pandemia. Ella tiene un grupo de amigas cercanas que, permanentemente buscan noticias acerca de la salud. Hace poco, le recomendaron el empleo de suplementos de zinc por sus recurrentes resfriados. En vista de que, le encanta la forma en que abordo los temas de salud, decidió solicitar mi apoyo. Principalmente, necesitaba disponer de información precisa acerca del zinc y sus beneficios para el tratamiento de la gripe. Con mucho cariño honré el compromiso con esta joven, quien pudo comprobar la veracidad de lo planteado por sus amigas.
A sabiendas que, cuando el otoño se intensifique muchos estarán propensos al resfrío, decidí compartir esta información en mi página.
Una visión amplia acerca del zinc
Se sabe que, más de una tercera parte de las enzimas estudiadas, contienen uno o varios metales, con funciones metabólicas específicas. Ahora bien, al hablar concretamente del Zinc, este metal forma parte de más de trescientos sistemas enzimáticos del organismo. Por lo tanto, puede afirmarse que, es el mineral que forma más metaloenzimas (enzimas que contienen un ión metálico fuertemente unido a ellas). Esto permite destacar la esencialidad del zinc, para todas las formas de vida existentes. Gracias a estas metaloenzimas, el zinc logra cumplir diversos roles. Entre ellos, la activación y regulación genética, respiración celular y el metabolismo de proteínas y alcoholes. Una persona adulta de peso promedio, posee alrededor de 2,5 gramos de zinc corporal. Se establecen requerimientos de 8 mg/día en mujeres y 11mg/día en hombres.
Algunos elementos a considerar sobre la disponibilidad de zinc
A veces, la biodisponibilidad no está asociada únicamente a la cantidad de zinc ingerido en la dieta. En este proceso, juegan un papel determinante algunos compuestos presentes en ciertos alimentos, entre ellos el ácido fítico. Afirmándose que, este compuesto es el principal inhibidor conocido del zinc, lo cual influye en su biodisponibilidad. Esto ha sido bien documentado, mediante diversas pruebas con animales de laboratorio y de estudios clínicos en humanos. Reconociéndose por lo tanto, el ácido fítico como un anti nutriente.
Algunas investigaciones, muestran que altos contenidos de calcio en la dieta, también pueden influenciar la carencia de zinc. Sobre todo, si se encuentra presente el ácido fítico, acarreando una menor biodisponibilidad de este importante elemento. De hecho, los investigadores han calculado que, cuando la proporción de calcio y acido fítico respecto al zinc, es mayor a 22, la absorción de zinc se ve comprometida.
¿Qué tan importante es la disponibilidad de zinc corporal?
La ciencia ha establecido, que los bebés, lactantes, niños, adolescentes y mujeres embarazadas, poseen mayor requerimiento de zinc. Por lo tanto, en comparación con el resto de la población, presentan un mayor riesgo de agotamiento de zinc. La deficiencia de zinc, puede incidir en un retraso del crecimiento. Y se ha determinado, que los sistemas inmunológico, epidérmico, nervioso central, gastrointestinal, esquelético y reproductivo, son los más afectados por esta deficiencia.
De acuerdo a la OMS, la deficiencia de zinc, afecta una tercera parte de la población mundial. Y aunque por lo general no lleguen a ser severas, existen marcadas diferencias regionales que oscilan entre 4 y 70%. Así, las personas de bajos niveles socioeconómicos, son las más afectadas, en especial los niños.
¿Cómo mejorar la deficiencia de zinc?
Actualmente la concentración de zinc en sangre, nivel de ingesta y retraso del crecimiento, son los indicadores más conocidos para detectar su deficiencia. A fin de solventarla, se han establecido algunas estrategias. Dentro de ellas se mencionan
- Diversificación o modificación de la dieta,
- Fortificación de alimentos
- Empleo de suplementos de zinc.
El zinc y su relación con los alimentos
Existen algunos alimentos utilizados de forma generalizada, que contienen cantidades importantes de zinc. Esto incluye, órganos y músculos de mamíferos, pescados, productos lácteos y huevos. Existen algunos alimentos de origen vegetal, como los cereales, legumbres y nueces que también contienen ciertas cantidades de zinc.
Cuando los científicos, hacen referencia a la biodisponibilidad del zinc, consideran una serie de elementos clave. Entre ellos, su forma química, la presencia de ciertos compuestos en los alimentos y su solubilidad. Un factor además muy bien establecido, ha sido el efecto de las proteínas en la absorción de zinc. Se ha observado que, su asimilación aumenta en presencia de la ingesta de proteínas. Esto logra mejorar sustancialmente, la biodisponibilidad del zinc presente en los alimentos de origen vegetal. Principalmente, al contrarrestar el efecto de los fitatos, especialmente a nivel intestinal.
¿Posee el zinc efectos sobre el sistema inmunológico?
Se ha establecido que el zinc, forma parte de varios procesos celulares, esto le confiere una actividad antiviral muy importante. Algunos estudios, han logrado demostrar, que este importante elemento, propicia una serie de efectos antivirales de forma directa e indirecta.
De hecho, se ha comprobado que la deficiencia de zinc, está relacionada con una menor producción de anticuerpos. Esto afecta la función del sistema inmunológico innato. Esto implica, una menor actividad de las células asesinas naturales, citocinas y neutrófilos o glóbulos blancos más abundantes. Aparte de ello, se ha su deficiencia puede producir una atrofia del timo (órgano especializado del sistema inmunológico). Presenta además, procesos de linfopenia (disminución de glóbulos blancos) y una menor producción de hormonas por parte del timo. Todo esto conduce, a respuestas defectuosas frente a los procesos infecciosos, propiciando una mayor duración de estos estados patológicos. De hecho, se ha observado que una deficiencia de zinc, conlleva a una reducción del número de linfocitos T, tanto a nivel de sangre periférica como en el timo.
El zinc y su efecto frente a los virus
Los científicos, han descubierto, que existen una serie de citocinas proinflamatorias, denominadas interferones lambda. Ellas son, determinantes en los procesos de infección viral aguda y crónica. De acuerdo a experimentos de laboratorio con células humanas, se ha observado que el zinc puede regular la inflamación y la fibrosis en la enfermedad hepática viral. Además, se han realizado ensayos, utilizando el virus de la influenza., constituyéndose, en una alternativa de intervención terapéutica para la enfermedad crónica mediada por citocinas proinflamatorias.
Cabe destacar, que algunos de los efectos antivirales del zinc también se pueden lograr a través de proteínas especiales llamadas metalotioneínas. Estas, poseen la capacidad de almacenar y transferir algunos metales como el zinc y el cobre. Ellas forman parte del mecanismo de defensa del tejido de la piel. Incluso, se ha observado, que impiden la replicación de ciertos virus como el de hepatitis, fiebre amarilla y encefalitis equina.
El zinc y su efecto sobre resfriados y gripe
Algunos estudios han logrado demostrar que, el zinc protege el organismo de muchos virus, incluyendo el virus de la influenza. Como ya se ha visto, el zinc es un nutriente esencial para el hombre. Su deficiencia, ha sido asociada con una mayor susceptibilidad a las infecciones, esto por supuesto incluye las infecciones del sistema respiratorio.
De acuerdo a estudios generales, sobre ciertos virus, se ha determinado que el zinc, induce un efecto sobre el epitelio capilar. Esto, inhibe el movimiento transcapilar de proteínas sanguíneas. Esto produce una reducción de los procesos de edema local, inflamación, exudación y secreción de moco. Además de ello, el zinc, posee efectos de estabilización sobre la membrana celular, impidiendo la entrada del virus en el interior de la célula.
Igualmente, se ha logrado observar que el zinc ingerido oralmente, puede ayudar en el tratamiento de resfriados. El mismo, se encuentra disponible básicamente bajo dos formas, la oral, que puede poseer presentación en pastillas, tabletas y jarabe. Además, existe la presentación de zinc intranasal, la cual, según los Institutos Nacionales de Salud, ha sido relacionada con un efecto secundario grave, principalmente, con la pérdida irreversible del olfato. Por esa razón, no se recomienda su utilización. De acuerdo a un metaanálisis realizado el año 2015, se determinó la importancia del empleo de zinc por vía oral, determinándose que el zinc ayuda a reducir la duración de los resfriados, principalmente, cuando se ingiere antes de veinticuatro horas, desde el inicio de los síntomas.
Incluso, algunos investigadores, han logrado determinar que, el zinc iónico libre presente en la saliva, puede acortar la duración y la gravedad de la sintomatología del resfriado común. Esto es posible, gracias a un bloqueo sobre las proteínas de superficie del rinovirus humano.
Algunos estudios relevantes acerca de los efectos del zinc sobre los resfriados
De acuerdo a los investigadores, el efecto del zinc se debe a ciertas respuestas que se producen específicamente en la región orofaríngea. Es decir, la zona localizada inmediatamente detrás de la garganta. Cabe resaltar, que se ha observado también que, la formulación de pastillas de zinc posee un efecto fundamental. Por ejemplo, se ha observado que el zinc, se une de forma muy fuerte con el citrato. Esto es un inconveniente, pues, las pastillas de zinc que contienen citrato o ácido cítrico no liberan los iones de zinc.
Vale destacar, que algunas investigaciones, han determinado que el picolinato de zinc es la forma mejor aprovechada por el cuerpo. Esto lo convierte en una opción sencilla y eficiente para tratar las deficiencias de zinc. Se ha observado que el zinc, en esta presentación, se adhiere a los aminoácidos picolínicos. Esto ayuda a que, continúen su tránsito más fácilmente hacia los intestinos para ser absorbido. Un suplemento recomendable es el ZINC PICOLINATE 50 mg, desarrollado por mí y mi equipo científico.
De acuerdo a un estudio realizado sobre cien personas, recién contagiadas de gripe, se observaron resultados alentadores. Se establecieron dos grupos, uno recibió zinc y otro placebo. Así, con una dosis de 13,3 mg de gluconato de zinc, ingeridas varias veces al día, los síntomas del resfriado remitieron. Observándose además, que la tos desapareció en 2,2 días en el grupo tratado. En cambio, en el que tomó placebo, la tos desapareció al cabo de cuatro días. A su vez, el dolor de garganta desapareció después de un día, en el grupo que tomó zinc, versus tres días en el grupo del placebo. Incluso, el grupo del zinc, experimentó mejorías en el escurrimiento nasal al cuarto día y el de placebo en una semana.
Concluyendo
No es ningún secreto que, el resfriado común posee una alta incidencia a nivel global. Sin embargo, la identificación de agentes terapéuticos sencillos y eficientes, no ha sido una labor fácil. De hecho, han sido muy modestos los beneficios obtenidos por diversas poblaciones alrededor del mundo. Ciertas encuestas realizadas a nivel de los Estados Unidos, han mostrado que, más de la mitad de las personas enfermas con resfriado común, han sido tratadas con antibióticos. Y como bien es sabido por muchos, los virus no responden a este tipo de fármacos, por ello es una estrategia errónea. Y se ha establecido, además que, el uso indiscriminado de antibióticos, puede acarrear graves problemas de salud pública. Por ello, es muy importante, proseguir ahondando en los múltiples beneficios que pueden obtenerse con el empleo del zinc.
Se ha determinado incluso, que la deficiencia de zinc, está muy vinculada con una mayor propensión al padecimiento de enfermedades. Muchas de estas enfermedades, poseen carácter infeccioso, de origen viral, fúngico y bacteriano. Esto incluye las infecciones virales que afectan el sistema respiratorio, en espacial gripe y resfriado. Se pudo apreciar, de acuerdo a los estudios realizados, que el zinc, posee efectos determinantes sobre el control de las molestias asociadas al resfriado común, incluyendo las molestias a nivel de garganta y el escurrimiento nasal. Sin mencionar, sus efectos positivos sobre procesos proinflamatorios y el envejecimiento.
Un estilo de vida es una ganancia
Julia, mi joven seguidora, mostró mucha satisfacción por lo que le envié, lo cual comparto en el post. Para ella, fue asombroso saber, que parte de lo ocurrido se debió a un cambio de dieta que realizó sin una adecuada asesoría. Esto le permitió perder unas libras, pero desbalanceó sus niveles adecuados de zinc. Actualmente, valora la importancia de un estilo de vida con un buen régimen alimenticio con los nutrientes requeridos, una vida activa y pensamientos positivos. Todo esto acompañado por el empleo de suplementos de zinc, que proveen una biodisponibidad adecuada.
“El zinc tiene alguna evidencia de acortar los síntomas del resfriado, si se toma dentro de las primeras 48 horas después de los primeros síntomas. Puede acortar la duración de los síntomas durante uno o dos días. Y el resfriado común suele durar 10 días para la mayoría de las personas”
Chris Smith
Farmacéutico
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https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/3630857/
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