Existen condiciones a nivel de nuestro cuero cabelludo, que suelen perturbar nuestra tranquilidad. Sobre todo, si es una manifestación visible, que puede causar una mala impresión.
En este caso, me estoy refiriendo a una afección muy común que afecta a un alto porcentaje de la población. El nombre coloquial, con el que solemos denominarla es… caspa. Y este tema, lo traigo a colación debido a una inquietud que me manifestara una buena amiga. Cuando ella me contactó, decidí ir a verla personalmente, para poder constatar el problema que me planteaba. Al verla, enseguida percibí que no se trataba de la caspa común, sino de una variante denominada caspa grasa.
Ante este hallazgo, le pregunté que cuándo notó la presencia de la misma y me aseguró que empezó a notarlo a inicios de otoño. Es decir, esta molestia la lleva consigo, desde hace aproximadamente un mes. Me comenta que estuvo utilizando algunos productos que prometen el control de la caspa, sin embargo, hasta ahora no había logrado ninguna mejoría sustancial.
Decidí tranquilizarla y conversamos amenamente en su despacho. En el intercambio, decidí ilustrarle un poco acerca de qué se trata este tipo de caspa y su diferencia con la caspa común. Le conversé, además, de sus causas, de sus factores desencadenantes y de algunas propuestas para erradicarla de forma natural.
Como disfruto compartir temas de utilidad, plasmé lo que conversamos, en este sencillo artículo que comparto aquí.
Hagamos una mirada un poco más profunda sobre la caspa
Lo que se ha investigado sobre esta afección, permite afirmar que se trata de una descamación excesiva, crónica y no inflamatoria del cuero cabelludo. La descamación del cuero cabelludo, es un mecanismo fisiológico, comparable al que tiene lugar en el resto de la piel. Estas divisiones, provocan una modificación de las células, las cuales, al perder su núcleo, se transforman en células muertas denominadas corneocitos.
De forma cotidiana, la eliminación de estos corneocitos, presentes a nivel superficial, ocurre prácticamente de una manera imperceptible. Sin embargo, se ha logrado demostrar, que el cuero cabelludo con presencia de caspa, exhibe una hiperproliferación celular. Esto no solo produce células muertas, como de las que se mencionaron, sino también células paraqueratósicas, las cuales se cohesionan con mucha fuerza formando agregados densos escamosos. Esto es lo que se denomina informalmente como caspa.
De acuerdo a lo observado, hacen su aparición, durante la pubertad, alcanzando su mayor expresión alrededor de los veinte años de edad.
Además de ello, se ha estudiado, que la caspa tiende a disminuir con la edad. Todo lo contrario de lo que ocurre con otras dolencias, tales como la dermatitis seborreica. Incluso, se sabe, que hay un marcado efecto de las estaciones, sobre la prevalencia de la caspa. Observándose así, una mayor incidencia en invierno que en verano. Ciertos investigadores, consideran la caspa y la dermatitis seborreica como una condición similar, con diferencia de intensidad. Sin embargo, las investigaciones científicas han demostrado que a pesar de que responden de forma similar ante los tratamientos, se trata de dolencias diferentes.
¿Existe más de un tipo de caspa?
Es importante caer en cuenta, que a partir de la diferencia en cuanto a estructura, se puede afirmar que existen dos tipos de caspa: seca y grasa.
Caspa seca
La caspa seca, recibe el nombre de pitiriasis simple y es la que se presenta más comúnmente. La misma, se caracteriza por la presencia de escamas finas de coloración blanco-grisáceas, diseminadas en regiones bastante extensas del cuero cabelludo. Se ha visto, que por lo general se manifiesta por un intenso descamado, que puede prolongarse a lo largo de varios meses. Por lo general, no esta asociado con procesos inflamatorios, no genera dolor y tampoco escozor. Se presenta con más frecuencia a partir de la pubertad.
Caspa grasa
En el caso de la caspa grasa o pitiriasis grasa, el proceso descamativo está muy vinculado con la presencia de seborrea, es decir una alteración de las glándulas sebáceas. En la caspa grasa, se observan escamas de un volumen mayor al que se presentan en la caspa seca. Aparte de ello, conforman una especie de placas, al adherirse dichas escamas entre sí. Esto origina, una desagradable película de grasa. Lo usual, es que esta caspa, haga su aparición en la región frontal de la cabeza, que casi siempre es la zona con mayor cantidad de seborrea. Pudiendo así, originarse espontáneamente (muy frecuentemente en la adolescencia) o presentarse posterior al padecimiento de pitiriasis simple.
A diferencia de la caspa seca, esta si suele manifestarse con la presencia de escozor y enrojecimiento del cuero cabelludo. En ocasiones, este padecimiento, puede traspasar las barreras del cuero cabelludo y afectar otras áreas del cuerpo como la frente y las orejas. En estos casos, el diagnóstico, nos puede remitir a la presencia de dermatitis seborreica, dermatitis atópica o psoriasis. Es factible, realizar una diferenciación de forma práctica, pues la dermatitis atópica, al contrario que la caspa, no responde al tratamiento con sulfuro de selenio o piritiona de cinc. Por lo general, forman parte de formulaciones utilizadas en forma de champú, en el tratamiento de la caspa, además de infecciones micóticas de la piel y el cuero cabelludo, incluyendo la seborrea.
Tratamientos convencionales utilizados frecuentemente
En la generalidad de los casos, la mayoría de las personas suele atacar el problema de la descamación final. Para ello, se emplean ciertos productos, como uso de lociones y champús anticaspa. Un tratamiento anticaspa, se considera adecuado, cuando se logra disminuir al menos un 50% de la descamación presente en el cuero cabelludo.
Por lo general, considerando lo antes expuesto con relación al hongo Malassezia, en la mayoría de los tratamientos frecuentes, se incluyen una serie de sustancias con propiedades antifúngicas. Se puede mencionar entre ellos: irgasan (triclosan), ácido undecilénico, klimbazol, hexaclorofeno, compuestos derivados del amonio cuaternario y ketoconazol.
Además de ello, estos tratamientos suelen incluir una serie de agentes, que buscan la disminución de la descamación del cuero cabelludo. A saber, piritionato de zinc y sulfuro de selenio. Se suelen emplear, en menor proporción, el octopirox y el aceite de esquisto bituminoso sulfonado. Por último, se emplean algunos compuestos, denominados agentes queratolíticos, con una fuerte acción exfoliante, entre los cuales destacan el ácido salicílico, azufre y urea.
Como suele suceder con los productos químicos, la gran mayoría de ellos, pueden producir irritación del cuero cabelludo, a veces con formación de ampollas. Además, pueden provocar ciertos cambios en la textura del cabello, también se ha observado la presencia de irritación y escozor.
Cómo combatir la caspa grasa
1. Aloe, aceite de oliva y aceite esencial de lavanda
El aloe posee potentes efectos antibacterianos y antifúngicos, lo cual lo convierte en una herramienta natural de primera línea para combatir y prevenir la caspa grasa. Posee además excelentes propiedades antinflamatorias, que ayudan a controlar el exceso de caspa. Su enorme contenido de aminoácidos, actúa de forma integral sobre las células del cuero cabelludo, reparándolas y fortaleciéndolas. Se sabe que las enzimas que contiene el gel de aloe, evitan la acumulación excesiva de compuestos grasos y previenen la caspa. Incluso, se ha logrado identificar que gracias a sus propiedades antiinflamatorias, alivia el escozor de cuero cabelludo, evitando la resequedad y actuando sobre la seborrea.
El aceite de oliva virgen extra, es un producto utilizado desde los tiempos de la antigua Grecia. Como muchos saben, posee altos contenidos de ácidos grasos esenciales monoinsaturados y vitamina E. Contiene además, cantidades importantes de ácido palmítico, ácido oleico, escualeno y terpenos. La oleuropeína, el hidroxitirosol y sus derivados, son polifenoles, que también abundan en el aceite de oliva. Se sabe que son antioxidantes muy potentes, que inducen fuertes propiedades antiinflamatorias y humectantes.
Por su parte el aceite esencial de lavanda, según los estudios posee más de 300 componentes. Se sabe que lo principales son el linalol y el acetato de linalilo. Posee excelentes propiedades antimicrobianas y antifúngicas, actuando de forma efectiva junto al aloe y el aceite de oliva en el control de la caspa grasa.
Ingredientes
- Tres cucharadas de gel de aloe orgánico
- Una cucharadita de aceite de oliva virgen extra
- Treinta gotas de aceite esencial de lavanda
- Jabón de castilla liquido neutro
¿Cómo lo realizo?
- Agregar el gel obtenido en una licuadora y licuar hasta fluidificar
- Verter el gel licuado en un recipiente pequeño
- Mezclar bien la cucharada de aceite de oliva con las gotas de aceite esencial de lavanda
- Agregar la mezcla de aceites en el gel y revolver vigorosamente
- Aplicar esta máscara sobre el cabello limpio y seco
- Aplicar sobre el cuero cabelludo y masajear suavemente de forma circular
- Humedecer todo el cuero cabelludo y el excedente utilízarlo en el cabello comenzando desde la base
- Colocar un gorro plástico y dejar actuar una hora
- Lavar el cabello con jabón neutro, acondicionar con gel de aloe y secar muy bien
- Realizar este procedimiento tres veces a la semana, durante tres semanas consecutivas para obtener resultados favorables
Nota
No utilizar en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. Es conveniente realizar una prueba de parche en personas con pieles sensibles
2. Aloe, aceite de coco, jabón de castilla orgánico y aceites esenciales
El aloe, es una planta muy versátil y en combinación con compuestos bioactivos, potencia su acción. El aceite de coco virgen, posee importantes cantidades de vitaminas E y K, además de ácido láurico y ácido cáprico. Estos compuestos, favorecen la reparación del tallo del cabello y el folículo piloso. Esto, evita la resequedad e irritación del cuero cabelludo, fortalece el cabello y ayuda a disminuir la descamación. Se favorece además la remoción de células muertas, promoviendo la fortaleza y el crecimiento del cabello.
El jabón de castilla, muchos lo han utilizado y saben que es un jabón vegetal derivado del aceite de oliva. Es un jabón suave, a su vez que es completamente biodegradable y muy recomendable en personas con piel y cuero cabelludo delicado. Desde hace un tiempo, ha sido usado en muchos sitios, como una alternativa a los champús comerciales, sin efectos secundarios. El aceite esencial de árbol de té, aporta excelentes propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antibacterianas. En cuanto al aceite esencial de romero, se puede afirmar que posee propiedades analgésicas y antinflamatorias muy potentes. Todo este conglomerado de acciones en conjunto, favorecen le control de la caspa grasa.
Ingredientes
- Cuatro cucharadas de gel de aloe orgánico
- Una cucharada de aceite de coco virgen
- Una cucharadita de jabón de castilla orgánico
- Tres cucharadas de agua filtrada y hervida
- Diez gotas de aceite esencial de árbol de té
- Diez gotas de aceite esencial de romero
¿Cómo lo realizo?
- Licuar el gel hasta obtener un líquido fluido
- Calentar el aceite de coco en baño de maría hasta que esté disuelto
- Añadir el gel de aloe licuado y homogenizar la mezcla con el agua filtrada
- Añadir el jabón de castilla y los aceites esenciales, mezclar muy bien
- Verter este contenido en un recipiente de plástico sin BPA con tapa
- Agitar muy bien y guardar en un lugar fresco y lejos de la luz solar
- Utilizar este champú natural en sustitución de los comerciales
- Lavar el cabello con agua tibia, acondicionar con gel de aloe orgánico y secar muy bien el cabello
3. Nuez de jabón y zumo de limón
Desde hace muchos años, la nuez de jabón ha sido empleada en la India, como una alternativa de jabón natural. Su nombre botánico es Sapindus mukorossi, es originario de la zona del pie de monte himalayo y se conoce como árbol de jabón. En los últimos años, ha llamado la atención de muchas personas que poseen alergias, frente a los productos comerciales. Posee altos contenidos de saponinas, un compuesto vegetal con propiedades detergentes. Ha sido empleado con mucho éxito en la medicina ayurvédica, en el tratamiento del eccema, psoriasis y seborrea. Son notables sus propiedades antisépticas y antiinflamatorias, sin los efectos irritantes de los compuestos sintéticos. En cuanto al limón, ya vosotros sois expertos en su uso y saben los beneficios que se logran por su alto contenido de vitamina C y ácido cítrico. Esta combinación, mantiene a raya la caspa grasosa y regenera cualquier anomalía del cuero cabelludo.
¿Cómo lo realizo?
- Colocar media taza de agua tibia en un recipiente pequeño y el zumo de un limón orgánico
- Añadir el polvo de nuez de jabón lentamente, hasta formar una pasta consistente
- Dejar reposar la mezcla unas dos horas
- Colocar esta pasta de forma generosa sobre el cuero cabelludo
- Dejarlo actuar durante una hora
- Lavar el cabello con abundante agua tibia y jabón líquido neutro de castilla. Acondicionar con aloe orgánico y secar muy bien
- Realizar este procedimiento tres veces a la semana durante tres semanas consecutivas para observar resultados favorables
Concluyendo
Hemos visto, como la caspa puede tener dos formas de presentarse. La común, que por lo general no causa escozor y es seca. Y la denominada caspa grasa, la cual, está condicionada por una serie de factores que la vinculan con procesos seborreicos. Hemos visto, que existen tres procesos fundamentales que originan la presencia de la caspa grasa. El primero, las secreciones de las glándulas sebáceas, las cuales proporcionan el sustrato para el crecimiento del hongo Malassezia. El segundo, la liberación de ácidos grasos irritantes del cuero cabelludo, por parte de este hongo. Y, por último, la susceptibilidad que posea cada persona a la presencia de los ácidos grasos en el cuero cabelludo y la consecuente inflamación.
Esto, ha llevado a muchos investigadores a volver su mirada sobre una serie de compuestos naturales de dilatada tradición en diversas culturas. Por ello, los tratamientos que presento, no acarrean consecuencias adversas. Así, de esta forma el uso del aloe, el aceite de oliva virgen extra y el aceite de coco, aparecen nuevamente como alternativas, apoyando esta vez, el equilibrio metabólico del cuero cabelludo. Además de ello, los aceites esenciales, aparecen fortaleciendo las propuestas, gracias a sus propiedades antibacterianas, analgésicas y antiinflamatorias.
Mi amiga, quedó verdaderamente sorprendida como las propuestas de las que hablé y ahora presento en el post, incluyeron el jabón de castilla y la nuez de jabón. La vi hace una semana y agradeció la alternativa con aloe, aceite de coco, jabón de castilla y aceites esenciales. Y tiene razón, pues su cabello luce radiante y su cuero cabelludo impecable.
“Lo cierto es que la población tiende a ver la caspa como una cuestión estética, cuando, su aparición puede ser síntoma de enfermedades dermatológicas como la dermatitis seborreica o de otras dolencias de la piel”
Cristina Serrano
Coordinadora del Grupo Español de Tricología de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV)
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https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3129121/
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https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/18004291
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5877547/
https://www.farmaceuticonline.com/es/familia/471-caspa
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