Una sana alimentación, ha sido considerada desde antiguo, la mejor medicina para nuestro organismo. Así lo refieren, todos los sistemas de medicina tradicional de muchos países. De hecho, existen infinidad de dolencias causadas por un desbalance alimenticio.
Refiriéndonos, a la enfermedad inflamatoria, son muchas las observaciones científicas, realizadas durante la última década. Esto ha permitido ahondar, por la vía de la investigación, que ciertos alimentos poseen un efecto detonante sobre algunas alergias. Muchas de ellas, se pueden manifestar en la piel, como la dermatitis atópica o bien, en otros órganos del cuerpo.
De acuerdo a los alergólogos, la dermatitis atópica, es una enfermedad inflamatoria, que se presenta a nivel de la piel. Se sabe que ella presenta las características de ser crónica y recurrente. Las estadísticas indican, que Estados Unidos, posee una prevalencia de hasta 12% en niños y 10% en adultos.
El tema que trataremos, se origina por la solicitud de una amiga de la infancia. Ella de niña, solía presentar episodios de asma y la presencia de zonas de su piel enrojecidas y con resequedad. Han pasado muchos años de ello, pero es difícil de olvidar. En la actualidad, suelen presentársele algunas molestias asociadas a la ingesta de ciertos alimentos. Como suele ocurrir en ocasiones, cuando hay cierta cercanía, no todo es coser y cantar.
Esto lo refiero, porque a veces la familiaridad lleva a comportamientos menos formales. Sin embargo, debido a que he investigado acerca del tema por mucho tiempo, hablé con ella personalmente y de una forma pausada. Me dediqué a esbozarle algunas generalidades acerca de la alergia atópica. Además de ello, le mencioné ciertas consideraciones que debe seguir, para evitar episodios recurrentes, considerando una adecuada alimentación.
A sabiendas de lo interesante del tema, lo comparto con gran cariño en mi blog.
¿Qué se entiende por dermatitis atópica?
Desde el punto de vista médico, podemos afirmar, que la dermatitis atópica es una enfermedad cutánea común. Por lo general, es muy persistente y manifiesta un porcentaje importante de prevalencia a nivel mundial.
Cuando se emplea el termino atopía o atópico, se está haciendo referencia, a cierto tipo de hipersensibilidad de origen alérgico. Por lo general, ella está muy correlacionada con el asma, la rinitis alérgica y la dermatitis crónica. Se sabe, que el término atópico es una voz griega que significa “extraño”. Por su parte, la palabra dermatitis, hace referencia a una inflamación de la piel. Ciertos profesionales de la salud y algunos pacientes, la denominan eccema. Hasta donde se sabe, se ha logrado visualizar un componente hereditario, que ha permitido hacer seguimiento a esta enfermedad a nivel familiar.
¿Cómo se origina este padecimiento?
En las últimas décadas, se ha observado que su prevalencia ha ido en aumento. Ciertos estudios, sugieren que la enfermedad puede estar condicionada por la exposición de personas predispuestas a ciertos desencadenantes exógenos. Es decir, alimentos, clima, contaminación y radiación ultravioleta. Ciertos estudios, han logrado demostrar, que del 20 al 30% de los casos de dermatitis, poseen un origen alimentario. La misma puede variar de moderada a severa. En un estudio publicado en The Journal of Allergy and Clinical Immunology, se estudió exhaustivamente la dermatitis atópica por alimentos. El universo evaluado, incluyó grupos de niños que fueron atendidos en el Ann & Robert H. Lurie Children’s Hospital de Chicago. La evaluación inicial y las visitas de seguimiento posteriores, permitieron la obtención de los datos. Esto incluyó los resultados de las evaluaciones del proceso de alergia y el tipo de alimento ingerido.
Los resultados fueron muy interesantes. Se logró determinar qué alimentos generaron los mayores efectos, es decir los desencadenantes más comunes. La leche, afectó al 57,5% de los niños, el huevo afectó al 30,6% y el maní al 21%. Se ha observado, que la dermatitis atópica, promueve el desarrollo de lesiones localizadas de piel seca y presencia de escozor.
¿Cuáles son las reacciones más comunes causadas por los alimentos?
- Psicológicas: por lo general causada por las exorfinas de algunos alimentos: caseo-morfina de la leche, gliadorfina del trigo y betaendorfinas del azúcar.
- Tóxicas: producida por intoxicación o debido a la presencia de alimentos contaminados
- Inmunomediadas: son generadas por la hipersensibilidad causada por algunos alimentos (puede variar en una escala del I al IV)
- Reacción de intolerancia: se originan por efecto de una deficiencia enzimática o por la hipersensibilidad a ciertos componentes presentes en los alimentos
De acuerdo a la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica, las reacciones alérgicas se definen como: “hiperreacción de sensibilidad iniciada por mecanismos inmunológicos” Se sabe, que la respuesta que se produce con más frecuencia, es originada por la participación de cierto tipo de anticuerpos denominados inmunoglobulinas. Ellas son proteínas que forman parte del sistema inmune adaptativo. Por lo general, se las encuentra en la sangre. Y está implicada, en los procesos de alergias (reacciones del tipo I y II de hipersensibilidad).
Por lo general, este tipo de alergias incluye: hipersensibilidad gastrointestinal, síndrome de alergia oral, angioedema y urticaria aguda. Pueden ocurrir, además: anafilaxia, rinitis alérgica y broncoespasmo agudo. Sus síntomas por lo general se manifiestan con enrojecimiento y prurito en la piel, boca y garganta. También se puede presentar urticaria, inflamación en párpados y labios, dificultad para respirar, opresión en la garganta, tos, vomito y diarrea. Se ha observado que la mayoría de estos síntomas ocurren inmediatamente después de ingerir el alimento.
¿Es posible lograr frenar las reacciones que se manifiestan en la piel?
Si nos basamos en todos los estudios clínicos y de laboratorio realizados, la respuesta es afirmativa. De hecho, una de las formas más comúnmente utilizada (68%), es evitar el consumo de alimentos chatarra o alimentos procesados. El alimento que le sigue en reducción, por parte de personas con alergia atópica, es la leche y sus derivados. En un estudio realizado recientemente, al eliminar estos alimentos, se observó una mejoría en la condición de la piel. Muchos estudios coinciden, en que existe una mayor prevalencia y exacerbación de síntomas de dermatitis atópica, cuando se consume comida chatarra de forma recurrente. Esta asociación, esta correlacionada de forma directa con la presencia de una serie de aditivos alimentarios. Además de ello, también con la obesidad, la cual genera inflamación crónica y deterioro de la barrera cutánea.
¿Qué otros alimentos se deben evitar?
Gracias a los estudios clínicos y a las atenciones realizadas a pacientes en instituciones hospitalarias, se ha recabado información importante. Esta información, ha permitido establecer, que las reacciones de sensibilidad en la piel, ocurren entre dos y veinticuatro horas después de la ingesta alimentaria. Sin embargo, no es descartable que los primeros síntomas aparezcan antes de los treinta minutos después de la ingesta.
Ahora bien, con el objeto de establecer, cuáles alimentos son los que originan la reacción, el especialista suele recomendar una dieta de eliminación. Ello implica, por lo tanto, dejar de consumir algunos de los alimentos, más comúnmente asociados con el síntoma a nivel de la piel.
Previo a este paso, por lo general, lo que se estila es agregar de forma paulatina, los diferentes tipos de alimentos al dieta habitual. Luego de ello, se controla la aparición de las reacciones alérgicas durante unas cuatro a seis semanas. Esto permitirá, la detección de reacciones de sensibilidad, frente a cada alimento en particular.
Puede suceder, que los síntomas de sensibilidad, se agudicen después de incorporar un alimento en particular a la dieta. Ante este escenario, se debe considerar seriamente, evitar dicho alimento en lo sucesivo. Si fuere el caso, de que no se observa una mejoría de los síntomas al eliminar el alimento, probablemente no sea necesario evitarlo en su dieta.
Alimentos que debo evitar si poseo dermatitis atópica
Ahora bien, existen una serie de comestibles que han sido categorizados y estudiados. Ellos, en diversos estudios, han resultado positivos en el desencadenamiento de las manifestaciones de sensibilidad. Dentro de ellos se incluyen los alimentos con contenidos de:
- Histaminas: col fermentada, frutos secos, espinacas, patatas y tomate
- Salicilatos: pimienta negra, cardamomo, canela, comino, mostaza, cúrcuma, eneldo, pistacho, mandarina, piñones, melocotón, nuez de macadamia y pimiento picante en polvo
- Nitratos: lechuga romana, endivia, rúcula, escarola, espinaca, acelga y repollo
- Ovoalbúmina: clara de huevo, extractos proteicos en base a huevos, alimentos y bebidas con huevo añadido
- Lactosa: leche entera, leche descremada, mantequilla, leche evaporada, leche condensada azucarada, yogurt, requesón, queso americano pasteurizado, queso gouda y helado
- Gluten: trigo, germen de trigo, centeno, cebada, bulgur, harina de Graham, kamut, sémola, matzo, espelta, triticale
- Proteínas provenientes de nueces de árbol y de cacahuete: aceité de cacahuete exprimido o prensado con frío, mantequilla de cacahuetes, harina de cacahuetes, “Beer nuts” y turrón. También se mencionan: mazapán, almendras, anacardo, castañas, avellanas, nueces del nogal, nueces de macadamia, pacanas, piñones pistachos y nueces de Castilla
- Geraniol, cinamaldehído, citronelal, eugenol y vainillina: Es decir, aquellos alimentos que sean elaborados en base a canela, clavo, citronela, nuez moscada y vainilla.
- Proteína de soja: Tofu, miso, tempeh, shoyu, natto, edamame, aceite vegetal y tamari. Y por supuesto: leche, harina, yogur, queso, helado y salsa de soja.
Compuestos bioactivos en alimentos con efectos positivos en pacientes con Dermatitis Atópica
De acuerdo a una serie de estudios, se ha podido establecer, que existen ciertos alimentos que son muy importantes. Estos alimentos poseen lípidos con cuyas propiedades refuerzan los lípidos de las membranas del cuerpo. También, es vital, incorporar alimentos que aporten cantidades importantes de compuestos antioxidantes. Dentro de ellos destacan:
1. Omega-3
Los ensayos clínicos, han demostrado que es muy importante el consumo de alimentos ricos en omega-3. A su vez, se debe reducir la ingesta de alimentos ricos en omega-6. Pues poseen actividad proinflamatoria, lo cual incrementa los síntomas asociados a la dermatitis.
Dentro de los alimentos ricos en omega-3 destacan: algas (nori, espirulina y chlorella), semillas de chía, semillas de lino o linaza.
2. Vitamina C
Es un micronutriente antioxidante muy versátil. Se sabe que es muy potente en el fortalecimiento de las mucosas, es antihistamínico y además restaura y potencia el sistema inmunológico.
Dentro de los alimentos con alto contenido de vitamina C destacan: kiwi, perejil, pimentón rojo, grosella negra, guayaba, hinojo, coles de Bruselas, papaya, toronja, berros y brócoli.
3. Vitamina B-5
Conocida también como ácido pantoténico. Posee potentes propiedades antihistamínicas y antiinflamatorios. Posee cierta corresponsabilidad en la formación de hormonas y de neurotransmisores cerebrales.
Dentro de los alimentos con alto contenido de vitamina B5, se encuentran: aguacate, semillas de girasol, setas shiitake, avena integral, batatas, lentejas, garbanzo y arroz integral.
4. Azufre
Este importante mineral, posee propiedades antiinflamatorias, ayuda a eliminar toxinas y potenciar el mejor funcionamiento del hígado. Además, actúa como un analgésico en el alivio de dolores y también posee efecto antihistamínico. Se sabe que fortalece la piel, uñas y cabello al favorecer la síntesis de colágeno. Estos efectos, ayudan a potenciar el funcionamiento de la barrera cutánea y la reparación de tejidos dañados.
Dentro de los alimentos con alto contenido de azufre destacan: coliflor, berro, repollo, ajo, cebolla, brócoli, repollo, judías o alubias secas, germen de trigo y semillas de girasol.
5. Carotenoides y flavonoides
Muchas hortalizas y frutos proporcionan una gran cantidad de carotenoides y flavonoides. Además de vitaminas y minerales. Estos componentes, en muchos estudios clínicos, se han correlacionado con excelentes efectos sobre las sustancias proinflamatorias como las citocinas (TNF-alfa y la proteína C-reactiva) y un marcado efecto antioxidante.
Dentro de ellas destacan: arándanos, fresas, ciruelas, melón, grosella, albaricoque, toronja, sandía, papaya, manzana, uva, zanahoria, pimentón, calabaza, espinaca y cebollas.
6. Vitamina D
Gracias a la incesante actividad científica, se ha logrado demostrar, que la vitamina D, es una alternativa viable para combatir la dermatitis atópica. Esto se debe, a su importante función sobre el correcto funcionamiento de la epidermis. En algunos ensayos clínicos, se observó una mejora del 34,4%. Esto se atribuye a los efectos antiproliferativos e inmunomoduladores de la forma activa de vitamina D, (1,25-dihidroxivitamina D3).
Por otra parte, se sabe que la vitamina D, estimula la producción y regulación de péptidos antimicrobianos. Ellos se encuentran directamente en la piel y se denominan catelicidinas. Se cree, que su deficiencia, podría generar un aumento de Staphylococcus aureus y subsecuentemente una mayor propensión a las infecciones en la piel.
Dentro de los alimentos con contenidos importantes de vitamina D tenemos: aguacate, seta, champiñón, levadura nutricional, yogur y cereales fortificados.
Concluyendo
La dermatitis atópica, es una enfermedad que se manifiesta a nivel de la piel y su incidencia es del 10 al 30% en niños. Se ha establecido que es una enfermedad, que posee diversos detonantes, es decir es multifactorial, originándose por la participación de muchos elementos. Dentro de los más comunes destacan: predisposición genética, función de barrera cutánea deteriorada y exposición a desencadenantes ambientales (alérgenos, irritantes y microorganismos). Se ha demostrado que los alimentos son un desencadenante en aproximadamente el 30% de los casos. Haciendo un poco de memoria, puedo afirmar, que la mayoría de los casos de alergia alimentaria están asociados con una gama limitada de productos.
Hasta hace unos años, los alimentos más comúnmente asociados con esta patología eran: leche, maní, huevos, trigo, soja y mariscos. Recientemente, esa lista se ha ampliado y ahora incluye: cereales que contienen gluten, nueces, apio, mostaza, sésamo.
Afortunadamente, es posible equilibrar nuestra alimentación, evitando los alimentos que logran desencadenar el proceso de dermatitis atópica. Además de ello, contamos con una serie de compuestos naturales bioactivos, que pueden ser de fácil acceso, a través de los alimentos. Para los padres, es importante caer en cuenta, que ciertos estudios afirman hallazgos muy importantes. Se ha observado, que cerca de un tercio de los niños con dermatitis atópica severa también sufrieron alergia alimentaria mediada por Inmunoglobulina E. Además de ello, las alergias alimentarias que se desarrollaron en la infancia, propiciaron: dermatitis atópica, asma bronquial y alergia, en la edad adulta.
A mi amiga de infancia, le sirvió de mucho, lo que compartí con ella. Dicha información, es la que presento en el post. Ha decidido complementar sus alimentos y evitar con mucha pena, aquellos que le hacen daño.
“La salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago”
Miguel de Cervantes Saavedra, en El ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha
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