Esta semana fui a una librería a ver qué libro (que no hubiese leído ya) podía comprar. Así que le pregunté a uno de los jóvenes que se encontraba en la tienda para que me recomendara un buen texto. Si algo tenía claro, era que quería comprar uno pero no sabía sobre que leer en ese momento.
El caso fue que me ocurrió algo muy gracioso. Cuando me acerqué al chico, éste me veía con curiosidad, así como cuando ves a alguien pero no te acuerdas con certeza de dónde le has visto, pero que su rostro te parece familiar.
Después de un rato de pasearme con Luis, así se llamaba el joven, muy atento por cierto, a través de diferentes estantes llenos de libros, él me dijo (bueno gritó) “¡Ya me acorde de dónde la conozco, ¡Usted es la Dra. Coco!”. Resultó que la madre de Luis, era una seguidora de mi página. Había visto mi rostro varias veces cuando su mamá leía algún artículo. Me dijo que ella insistía muchas veces en que leyera él también para estar bien educado.
Luego de pasado el momento de sorpresa y de que me hiciera una selfie con él para su mamá, Luis me comentó que su madre había sido diagnosticada con hipotiroidismo desde hace ya mucho tiempo. Ella desde tiempo atrás había comenzado a experimentar varios problemas de salud, por lo que fue al médico.
Me contó que primero empezó a tener sus manos y pies muy fríos, se sentía muy agotada. Su piel era extremadamente seca, su ritmo cardíaco era lento y además, aumentaba de manera constante de peso. El especialista al cual asistió le comentó que en los Estados Unidos muchas personas sufren de sobrepeso a causa del hipotiroidismo.
El médico le dijo que además de adiposidad, se presentaban todos los síntomas que ella había experimentado. Pero lo que más lo sorprendió fue que le mencionara que una gran parte de la población padece de este problema. Tan fuerte es, que podría parecer una epidemia que poco a poco se expande.
¿Epidemia de Hipotiroidismo?
Epidemia, sería solo una palabra para englobar la cantidad de persona que sufren de sobrepeso a causa de esta enfermedad. Como le comentaron a la madre de Luis, poco a poco se incrementa el número de personas a quienes se les diagnostica hipotiroidismo. Es por ello que quiero comentarte un poco de historia sobre el tema:
- Durante una feria de salud realizada en 1995 en el estado de Colorado, unos investigadores, se encargaron de estudiar a un grupo de 25,852 personas allí presentes. Detectaron que existía un porcentaje de 8.9% que padecían hipotiroidismo y no tomaban medicamentos para la tiroides. Y el 1.1% padecían de hipertiroidismo.
¿Qué te quiero decir con esto? Simple que ese estudio demostró que el 9.9% de la población sufre de problemas de tiroides. Esto representa en el ámbito nacional un número de 13 millones de personas, que presentan esta enfermedad y no han sido diagnosticadas por uno u otro motivo.
Información documentada
Existe un libro llamado “Living Well With Hypothyroidism: What Your Doctor Doesn’t Tell You… That You Need to Know” que nos habla un poco sobre este tema. Nos informa cómo varias personas son sometidas a pruebas para evaluar los niveles de hormonas que estimulan la tiroides diariamente. Los resultados obtenidos están en el rango normal, por lo cual podrían estar sufriendo problemas de tiroides sin saberlo.
Otro libro, llamado “The Thyroid Solution” de Ridha Arem, M.D., plantea el mismo punto de vista que la bibliografía anterior que te acabo de mencionar. El autor plantea que el hipotiroidismo podría estar presente aunque los niveles de hormonas que estimulan la tiroides se encuentren en el rango normal.
En conclusión, muchas personas podrían estar haciéndose exámenes, pero su desequilibrio hormonal es tan mínimo que no arroja resultados anormales en los análisis sanguíneos. No obstante, si estas personas que padecen hipotiroidismo de bajo grado y cuyo análisis sanguíneo es normal, la frecuencia de hipotiroidismo, estaría rodando un porcentaje del 10% de la población.
Lo malo de todo esto es que varias de esas personas que sus resultados de sangre son normales y, por ende descartadas, podrían seguir padeciendo síntomas de una tiroides poco activa.
¿Cuáles podrían ser las causas?
Aunque es necesario que se realicen más investigaciones o estudios respecto a la incidencia de problemas de tiroides en la población, las principales posibles causas son:
- Bajo consumo de yodo, lo que ocasiona una pésima función de la tiroides, llegando a ocasionar bocio. La sal ionizada fue creada para dar respuesta a este tipo de problema, no obstante, no ha sido una solución total.
- Con la industrialización se ha producido un cambio drástico con respecto a nuestra alimentación. Varias investigaciones sugieren que, el azúcar refinado y los granos ocasionan efectos negativos para la salud en general; tanto es el daño que incluso puede repercutir en la glándula tiroidea.
- Pesticidas u otros contaminantes químicos que se encuentran en el ambiente también pueden causar un daño grave en la tiroides. Algunas investigaciones realizadas sobre el tema, hallaron que el fluoruro presente en las cremas dentales o en las plantas de tratamiento de agua podrían estar inhibiendo el funcionamiento de la glándula tiroides.
Si buscas mejorar la salud de tu tiroides te recomiendo que comiences a cambiar los aceites poliinsaturado que usas para preparar tus alimento por algún otro que pertenezca a los ácidos grasos de cadena media como el aceite de coco que le dije a Luis para que su mamá empezara a incluirlo en sus preparaciones.
Muchas personas han dado diversos testimonios acerca de los beneficios de este tipo de aceite virgen, como aumento de energía y pérdida de peso. Te recomiendo añadir de dos a tres cucharadas de aceite de coco sin procesar en la preparación de tus alimentos. Esto le dará a tus platillos un gran sabor. Puedes añadirlo a la preparación de unas cebollas salteadas, como aderezo de una ensalada e incluso en alimentos horneados.
Otra idea que te puedo dar es incorporarlo a los batidos,es decir, puedes preparate un batido de coco bajo en carbohidratos, que personalmente me encanta y mis hijos lo adoran cuando lo preparo.
Finalmente
Finalmente, Luis me recomendó un libro sobre los remedios para recuperar el daño que causan los aceite poliinsaturados en la glándulas tiroidea. Y me comentó que el especialista al cual había acudido su madre le recomendó tomar aceite de coco y poco a poco ella comenzó a notar una gran mejoría.
La primera semana de consumo, se dio cuenta que su temperatura corporal aumentaba y el ritmo cardíaco en reposo pasó de 49 latidos a 88 por minutos, pero desde entonces se ha mantenido en 66. Su nivel de energía, me comentó, es mayor, está perdiendo peso excesivo (En estas 5 semanas ha logrado disminuir aproximadamente 3 libras). Otros aceites que para reemplazar los poliinsaturados son el de linaza, ácido gama linoleico, aceite de oliva y mantequilla.
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- Unsaturated Vegetable Oils: Toxic
- P. Fort, N. Moses, M. Fasano, T. Goldberg and F. Lifshitz J. Am. Coll. Nutr. 9 (1990), p. 164
- Daniel R. Doerge, Hebron C. Chang, “Inactivation of thyroid peroxidase by soy isoflavones in vitro and in vivo” Journal of Chromatography B Vol. 77
- Effect of Dietary Fat Source, Level and Feeding Interval on Pork Fatty Acid Composition by M.T. See and J. Odle
- June, 2003, Obesity Research
- The Colorado Thyroid Disease Prevalence Study published in the Archives of Internal Medicine.
- David Frahm, Health Quarters Monthly, Vol. 58, August, 2003
- Weston A. Price Foundation
- Coconut Info Discussion Group
- Coconut-Info.com