7 Síntomas De Intolerancia A La Lactosa Y Cómo Tratarla


Millones de estadounidenses no pueden digerir la lactosa y los productos lácteos. De acuerdo a los expertos, esta afección no es perjudicial, pero puede dar paso a situaciones incómodas y embarazosas. Por esta razón, es importante conocer los síntomas que presenta este tipo de intolerancia, e incluso saber diferenciarlo de la alergia a la leche.

De este tema, que aqueja a millones de personas alrededor del mundo, les voy a hablar a solicitud de Sophie, una seguidora de Alabama. Ella es una madre de familia y abuela de sesenta y cuatro años, actualmente dedicada por completo a su hogar.

Sophie me comenta, que todos sus hijos se encuentran en otros lugares, incluso algunos en Europa. Sin embargo, procuran reunirse en familia, al menos una vez al año.

Sophie y su esposo, comparten mucho y además mantienen una comunicación permanente con hijos y nietos. Ella me comentó, que la salud de ambos había sido muy estable, pero hace unos meses su esposo comenzó a sufrir ciertas molestias que incluían dolor abdominal y de cabeza.

Ellos al principio no se habían dado cuenta de que la molestia iniciaba justamente después de que su esposo desayunara su café con leche. Ello también le ocurría durante el día, cuando consumía cualquier tipo de lácteos en sus meriendas.

El optó por suprimir algunos de estos alimentos y logró mejorar. Sin embargo, les quedó la duda y ella decidió contactarme. No podía entender como su esposo que era un fanático de los lácteos, ahora encontraba estos tropiezos.

A raíz de su duda le sugerí visitar un gastroenterólogo, y además le remití un dossier contentivo de los síntomas y el tratamiento de la intolerancia a la lactosa.

Dada la cantidad de personas que padecen esta conocida intolerancia, estimé conveniente compartir este artículo en mi página.

BROAD SPECTRUM ENZYMES

Conociendo el metabolismo de los lácteos en nuestro cuerpo

Los productos lácteos son alimentos derivados de la leche de mamíferos como vacas, cabras, ovejas y búfalas. Dentro de ellos se incluyen, la leche, queso, yogur, mantequilla, nata y helado, entre otros. Según los expertos, la lactosa es un tipo de azúcar, presente en la leche y productos lácteos.

Dicho compuesto está conformado por dos azúcares más pequeños: glucosa y galactosa. Es importante destacar, que para metabolizar la lactosa, el organismo requiere una enzima denominada lactasa, producida por las células que recubren el intestino delgado.

Dicha enzima descompone la lactosa en glucosa y galactosa, las cuales se movilizan al torrente sanguíneo. Desde allí, se emplean como fuente de energía o se almacenan en forma de glucógeno o grasa.

El metabolismo de los productos lácteos puede afectar diversos aspectos de la salud, como la salud ósea, salud cardiovascular, riesgo de diabetes, control del peso y la fertilidad.

Los lácteos son beneficiosos por su contenido en calcio, vitamina D, proteínas, probióticos y otras sustancias bioactivas, según evidencias científicas. Estos pueden regular hormonas, estrés oxidativo, sensibilidad a la insulina y la microbiota intestinal.

Sin embargo, algunos estudios también han sugerido que el consumo de lácteos puede tener efectos negativos, al incrementar la ingesta de grasas saturadas, colesterol, hormonas y antibióticos que pueden incrementar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer de próstata, acné y anemia ferropénica.

Por ello, los productos lácteos pueden afectar la salud de diferentes maneras según su tipo, cantidad, frecuencia y calidad. De hecho, los productos lácteos pueden causar problemas digestivos en algunas personas, por alergia o intolerancia a la lactosa.

BROAD SPECTRUM ENZYMES está formulado con varias enzimas obtenidas de plantas, bacterias y hongos, que le permiten digerir varios tipos de alimentos sin sentirse hinchado o con gases.

Intolerancia a la lactosa vs alergia a la lactosa

La intolerancia a la lactosa ocurre porque nuestro organismo es incapaz de producir suficiente lactasa o su actividad es reducida. Esto ocasiona que la lactosa permanezca sin digerir a nivel intestinal, donde puede extraer agua y ser fermentada por bacterias.

Esto puede provocar síntomas como hinchazón, gases, diarrea, dolor abdominal y náuseas después de consumir productos lácteos.

La intolerancia a la lactosa puede estar causada por factores genéticos, envejecimiento, enfermedades o fármacos que afectan al revestimiento intestinal. Esta afección no es perjudicial, pero puede resultar incómoda y embarazosa. No tiene cura, pero puedes controlarla vigilando la cantidad de leche o productos lácteos que bebes o comes.

Es importante señalar, que la alergia a la leche es una afección diferente de la intolerancia a la lactosa. Se trata de una reacción inmunitaria a las proteínas de la leche, como la caseína y el suero.

La alergia a la leche puede causar síntomas como urticaria, erupción cutánea, picor, hinchazón, sibilancias, tos, vómitos, diarrea o anafilaxia (reacción alérgica grave de alta peligrosidad para la vida). La alergia a la leche es más frecuente en niños que en adultos y en algunos casos puede superarse.

¿Cuáles son los síntomas de la intolerancia a la lactosa?

La intolerancia a la lactosa es una afección que se produce cuando el intestino delgado no produce suficiente lactasa, una enzima que descompone la lactosa, un tipo de azúcar que se encuentra en la leche y los productos lácteos. Cuando la lactosa no se digiere correctamente, puede provocar diversos síntomas en el aparato digestivo, como:

Procesos diarreicos

La diarrea es una afección caracterizada por deposiciones frecuentes y acuosas. Se produce cuando la lactosa no se digiere correctamente y llega al colon, donde es fermentada por bacterias.

Esta fermentación produce ácidos grasos de cadena corta y gases, como hidrógeno, metano y dióxido de carbono. Estas sustancias aumentan la cantidad de agua y gas en el colon, provocando que las heces se vuelvan blandas. La diarrea suele aparecer entre 30 minutos y 2 horas después de consumir lactosa.

Flatulencia

La presencia de los gases anteriormente mencionados, provocan síntomas como dolor abdominal, hinchazón, flatulencia y diarrea.

Según la ciencia, la lactosa es un compuesto de glucosa y galactosa, pueden ser absorbidos por las células intestinales. Sin embargo, cuando la actividad de la lactasa es baja o inexistente, la lactosa no puede hidrolizarse y permanece en la luz intestinal, donde atrae agua por ósmosis, incrementando el volumen y la fluidez de las heces.

La lactosa también llega al colon, donde es metabolizada en ácidos grasos de cadena corta (AGCC) y gases. Los AGCC pueden ser absorbidos y utilizados como fuentes de energía por los colonocitos, pero los gases provocan distensión y molestias a nivel abdominal o calambres.

Dolor de cabeza

Uno de los posibles síntomas de la intolerancia a la lactosa es el dolor de cabeza. Aunque el mecanismo exacto no está claro, algunos investigadores sugieren que la intolerancia a la lactosa puede desencadenar una inflamación en el organismo, que puede afectar a los vasos sanguíneos y los nervios de la cabeza.

Otra posible explicación es que la intolerancia a la lactosa puede causar deshidratación, contribuyendo al dolor de cabeza. Además, algunas personas con intolerancia a la lactosa pueden tener otras sensibilidades o alergias alimentarias, como intolerancia al gluten o celiaquía, que también pueden causar dolor de cabeza.

No obstante, no todas las personas con intolerancia a la lactosa experimentan dolor de cabeza. La gravedad y la frecuencia de los síntomas pueden variar en función de la cantidad de lactosa consumida, el grado de deficiencia de lactasa y la sensibilidad de la persona a la lactosa.

Algunas personas pueden tolerar sin problemas pequeñas cantidades de lactosa o determinados productos lácteos, como el yogur o queso. Otras pueden necesitar evitar la lactosa por completo o tomar suplementos de lactasa para prevenir los síntomas.

Si sospecha que padece intolerancia a la lactosa y experimenta dolor de cabeza tras consumir productos lácteos, puede consultar a su médico para obtener un diagnóstico y un tratamiento adecuados.

Existen diferentes pruebas, que pueden ayudar a diagnosticar la intolerancia a la lactosa, como la prueba de tolerancia a la lactosa, la prueba de hidrógeno en el aliento o la prueba de acidez de las heces. 

COLON CLEANSE

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El médico también puede descartar otras posibles causas del dolor de cabeza, como la migraña, cefalea tensional o infección sinusal.

Distensión abdominal

La distensión abdominal es la sensación de plenitud o hinchazón en el abdomen, que puede ser incómoda y dolorosa.

La hinchazón debida a la intolerancia a la lactosa se produce porque la lactosa que no se absorbe en el intestino delgado viaja al colon, donde es fermentada por bacterias. Esta fermentación genera hidrógeno, dióxido de carbono y metano, que inflaman el colon y lo hacen crecer.

Los gases también crean presión y movimiento en los intestinos, lo que puede provocar calambres y dolor. La distensión abdominal debida a la intolerancia a la lactosa suele empezar entre 30 minutos y 2 horas después de consumir alimentos o bebidas que contienen lactosa, y puede durar hasta 3 días.

La gravedad de la hinchazón depende de la cantidad de lactosa y la sensibilidad de la persona. Algunas personas pueden experimentar hinchazón leve, mientras que otras pueden tener distensión y malestares graves.

COLON CLEANSE ha sido perfectamente formulado con fibras naturales que ayudan a crear un proceso de desintoxicación suave y fácil.

Náuseas y vómitos

De acuerdo a los especialistas, es bastante frecuente sentir náuseas intensas después de ingerir alimentos que poseen lactosa.

De hecho, se ha observado que, pueden presentarse ganas de vomitar, especialmente en quienes son intolerantes a la lactosa, esto también ocurre en quienes han ingerido una gran cantidad de alimentos con lactosa.

Un estudio determinó que las náuseas eran el segundo síntoma más frecuente de la intolerancia a la lactosa.

La fermentación bacteriana excesiva de la lactosa produce ácidos grasos de cadena corta y síntomas abdominales en el intestino delgado. La rapidez con que aparezcan los síntomas dependerá en gran medida de la cantidad de lactasa que produzca el organismo.

Una falta severa de esta enzima digestiva puede provocar náuseas más pronto en personas que producen algo de lactasa. Es importante resaltar, que las náuseas y vómitos, especialmente después de comer, pueden ser ocasionados por otras afecciones.

Dentro de ellas destacan las infecciones estomacales, ciertas patologías del sistema digestivo o sistema nervioso, mareo por movimiento y embarazo. Por ello, es importante que si presentas náuseas y vómitos de forma recurrente consultar a un médico para determinar si posees intolerancia a la lactosa o algún otro problema.

Malabsorción

HAPPY TUMMY puede aliviar las molestias digestivas ocasionales causadas por el ácido, los gases y la hinchazón.  La malabsorción de lactosa está causada por deficiencias de lactasa, dicha enzima descompone la lactosa en glucosa y galactosa, a fin de ser absorbidas por las células del   intestino delgado.

VITAMIN D3 + K2

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La deficiencia de lactasa puede ser primaria o secundaria. Cuando esta es primaria se trata de una afección genética, que afecta a la mayoría de las personas de ascendencia no europea, y es el resultado de una disminución gradual de la expresión de lactasa tras el destete.

A su vez, la deficiencia secundaria de lactasa está causada por daños en la mucosa intestinal debido a infecciones, inflamaciones, intervenciones quirúrgicas o algunas  patologías que alteran la actividad de la lactasa.

El diagnóstico de la intolerancia a la lactosa y la malabsorción puede realizarse mediante diversos métodos, como pruebas genéticas, biopsia endoscópica, prueba de hidrógeno en el aliento, prueba de tolerancia a la lactosa o ensayo empírico de eliminación de la lactosa.

El tratamiento de la intolerancia a la lactosa depende de la gravedad de los síntomas y del grado de malabsorción.

Algunas personas pueden tolerar pequeñas cantidades de lactosa o determinados productos lácteos sin presentar síntomas, mientras que otras pueden necesitar evitar la lactosa por completo o utilizar suplementos de lactasa o prebióticos para mejorar su digestión.

Según los expertos, la intolerancia a la lactosa no es una afección potencialmente mortal. Sin embargo, podría afectar la calidad de vida y estado nutricional de quienes la padecen.

Indigestión

La indigestión o dispepsia es una molestia que se siente en el estómago después de ingerir alimentos, incluyendo los lácteos. 

Dentro de los síntomas más comunes destacan las náuseas, vómito, sensación de llenura, gases y eructos.

A veces también se puede tener mal aliento, lengua blanca, cansancio, sueño o dolor de cabeza. De hecho, la intolerancia a la lactosa ocasiona acidez o reflujo gastroesofágico en algunas personas.

Prevención y tratamiento de la intolerancia a la lactosa

Para controlar los síntomas, es posible que tengas que limitar o evitar los alimentos y bebidas que contienen lactosa, como la leche, helados, mantequilla, nata, crema agria, requesón y algunos alimentos procesados.

También puedes buscar alternativas sin lactosa o reducidas en lactosa, como leche de soja, leche de almendras, leche de arroz, leche de avena, leche de coco o productos lácteos sin lactosa.

Incluso, puedes comprobar en las etiquetas de los productos alimenticios los ingredientes que pueden indicar la presencia de lactosa. A saber, suero de leche, caseína, sólidos lácteos, leche en polvo o subproductos lácteos.

Otra opción es tomar suplementos de lactasa antes de comer o beber alimentos que contengan lactosa. Estos suplementos proporcionan la enzima de la que carece tu organismo y te ayudan a digerir mejor la lactosa. Sin embargo, es posible que no funcionen para todo el mundo y que no eviten todos los síntomas.

Debes hablar con tu médico antes de tomar cualquier suplemento. También es importante ingerir suficiente calcio y vitamina D en tu dieta, si evitas los productos lácteos. El calcio y la vitamina D son esenciales para la salud ósea y otras funciones del organismo.

Puede obtener calcio de otras fuentes, como las verduras de hoja verde oscura (como la col rizada, las espinacas o el brócoli), las almendras, las semillas de sésamo, el tofu, los cereales y zumos enriquecidos, el pescado enlatado con espinas o suplementos de calcio.

Puedes obtener vitamina D de la exposición a la luz solar (unos 15 minutos al día), pescados grasos (como el salmón o la caballa), yemas de huevo, setas, cereales y zumos enriquecidos. De hecho, existe un suplemento desarrollado por mí que aporta además vitamina K2, que ayuda a dirigir el calcio a los huesos: VITAMIN D3 + K2. Puedes adquirirlo en VitaTienda.com.

Concluyendo

De acuerdo a lo mostrado, se pudo apreciar que existen algunos desequilibrios generados por algunos alimentos sobre nuestro organismo. Dentro de ellos destaca la intolerancia a la lactosa.

Según la ciencia, la intolerancia a la lactosa se produce cuando nuestro organismo es incapaz de producir suficiente lactasa o la actividad de dicha enzima es reducida. Esto ocasiona, que la misma permanezca sin digerir a nivel intestinal, donde puede extraer agua y ser fermentada por bacterias.

Dentro de los síntomas más frecuentes de la intolerancia a la lactosa, destacan, la diarrea, flatulencia, dolor de cabeza, distensión abdominal, náuseas y vómitos, malabsorción e indigestión.

La hinchazón provocada por la intolerancia a la lactosa puede prevenirse o reducirse evitando o limitando la ingesta de lactosa. Además, puede atenuarse al tomar suplementos de lactasa antes de comer o beber productos lácteos, o eligiendo alternativas sin lactosa o bajas en lactosa.

Para Sophie la información recibida, la cual comparto en el post, fue de gran ayuda. De hecho, ella siguió mi recomendación y llevó a su esposo a un especialista.

Efectivamente fue diagnosticado como intolerante a la lactosa. Sophie me comentó, que gracias a haber compartido la información con su esposo, estuvo dispuesto a visitar al médico. 

De hecho, a fin de preservar al máximo su salud, siguió diligentemente las recomendaciones que ya sabía se empleaban para evitar los efectos de la intolerancia a la lactosa.

“Un número considerable de adultos creen que son intolerantes a la lactosa, pero en realidad no tienen alterada la digestión de la lactosa, y algunas personas con deficiencia de lactasa pueden tolerar cantidades moderadas de lactosa ingerid”.
Dr. Daniel L. Swagerty

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