Hace poco tiempo tuve una presentación en un programa de radio en vivo. Estaba hablando de los daños hepáticos relacionados con los inadecuados estilos de vidas que llevamos.
Igualmente del consumo indiscriminado de cuanto producto vemos en la televisión. Inclusive aquellas personas que buscan ser saludables caen en las manos de productos que aseguran ser fuentes de salud.
Por ello es que siempre insisto a mi gente que busquen información antes de dejarse llevar por las apariencias.
Mientras planteaba todo esto recibimos una llamada de una mujer que tenía por nombre Esther. Ella me consultaba diciendo: “Mi esposo fue diagnosticado con hígado graso. Yo creía que esta enfermedad solo estaba relacionada con consumo de alcohol. El solo ingiere vino y en brindis durante bodas o fin de año. Solo toma la copa que le proporcionan para ello. ¿Por qué razón entonces llego a desarrollar esta enfermedad?”
Siempre nos dicen que el consumo excesivo de alcohol puede dañar nuestro hígado. Esto es muy cierto, el consumo de alcohol es la primera causa de problemas hepáticos que existe. A estos se le suman la alimentación y el sedentarismo. También pueden ocasionar padecimientos como el vivenciado por el esposo de Esther . Ese padecimiento se conoce como hígado graso no alcohólico.
¿Qué es el hígado graso no alcohólico?
Ciertamente algo de grasa en el hígado es normal. El problema está cuando la grasa representa más del 5% del peso del hígado. La obesidad es el factor de riesgo más grave para esta condición ya que conduce a la invasión de grasa de múltiples órganos del cuerpo. Esto incluye el corazón, los riñones y el hígado.
Esta misma grasa bajo condiciones de estrés oxidativo libera citoquinas que dan lugar a un proceso de inflamación y mal funcionamiento de los órganos. Cuando esto ocurre en el hígado, se conoce como la enfermedad de hígado graso no alcohólico que puede dar lugar a complicaciones más graves en este órgano.
Síntomas de la Enfermedad
Lo común es que esta enfermedad no presente síntomas. Sin embargo cuando ha pasado tiempo (años o hasta décadas) con este problema puede ocasionar algunos inconvenientes físicos:
- Fatiga o cansancio.
- Pérdida de peso o del apetito.
- Náuseas.
- Dolor de abdomen debajo de las costillas que irradia hasta la zona de la espalda.
- Debilidad general.
- A nivel cognitivo genera confusión, deterioro en el juicio o dificultad para concentrarse.
- Hepatomegalia o aumento patológico del tamaño del hígado.
- Hiperpigmentación de la piel en áreas como cuello y axila.
Factores de riesgo para desarrolla la Enfermedad de Hígado Graso no Alcohólico
Las causas de la enfermedad de hígado graso no alcohólico no son precisas, sin embargo existen factores de riego que te puede predisponer a desarrollarla como lo son:
- Obesidad o Sobrepeso. El riesgo se aumenta conjuntamente con el sobrepeso es decir que entre mayor sea tu sobrepeso mayor será el riesgo de desarrollarla.
- Prediabetes o resistencia a la insulina.
- Diabetes tipo 2, es la forma más habitual de diabetes y esta enfermedad está caracterizada por el alto nivel de azúcar (glucosa) en la sangre.
- Alto nivel de triglicéridos.
- Hipertensión arterial.
- Hepatitis viral.
- Pérdida rápida de peso.
- Desnutrición.
¿Cómo Combatir o Evitar esta Enfermedad?
Como ya conoces el problema te diré que debes hacer si quieres evitarla o hacerle frente para recuperar tu bienestar.
1. Reducción gradual de peso
Si posees sobrepeso, perder peso gradualmente (entre 1 o 2 libras por semana) te ayudará a revertir el problema de hígado graso no alcohólico, lo recomendado es que lo hagas gradualmente ya que perder el peso de forma brusca puede ocasionar el efecto contrario a lo que deseas. Pero o te preocupes así tu pérdida de peso sea lento igual te ayudará a reducir la acumulación de grasa en el hígado.
2. Limita o elimina el consumo de azúcar
La eliminación o disminución del consumo de azúcar, incluyendo la utilizada en bebidas industriales sobretodo en bebidas energéticas, gaseosas y jugos te ayudará a mejorar drásticamente.
3. Disminuye tu consumo de fructosa
La fructosa es el azúcar que se encuentra en las frutas, verduras y miel, ésta se absorbe en el intestino delgado, donde es pasada a la sangre y penetra la célula sin que el cuerpo tenga que generar insulina. Por lo que no eleva los niveles de glicemia, el problema inicia cuando se utiliza como edulcorante en cantidades inadecuadas.
Si una persona sana consume frutas, la fructosa que ésta contiene llega al hígado y es procesada para dar energía al cuerpo sin más inconvenientes.
Los problemas vienen cuando consumes alimentos a los que le han añadido fructosa para hacerlos más dulces. Ya que la glucosa en general es empleada por todas las células del organismo mientras que la fructosa solo la utilizan las células del hígado.
Por estas razones cuando se consume fructosa en exceso y el cuerpo no tiene necesidad de energía se sintetiza en forma de grasa y puede a llegar a originar un hígado graso y a su vez puede generar resistencia a la insulina.
Te preguntarás ahora si ¿comer o tomar fruta es malo?. La respuesta es no, sino que todo extremo nunca es bueno. Es decir ingerir frutas y verduras es bueno y necesario para la salud pero no por ello ingerirás en un solo día 4 kilogramos de fresas o algún otro fruto o vegetales.
El problema en sí está relacionado cuando añades fructosa a otros alimentos por ello debes mirar la etiqueta de los productos que compres para evitar adquirir productos con fructosa.
4. Consume Fibra
Agrega alimentos ricos en fibra a tu dieta, estos ofrecen sensación de saciedad y controlan el apetito, a su vez hacen que el organismo absorba menos cantidad de grasas y azúcares.
5. Come de forma balanceada
Una dieta balanceada y saludable te ayudará a disminuir de peso y a eliminar la acumulación de grasa en tus órganos, por lo que debes limitar las calorías y evitar el consumo de hidratos de carbono refinados como el pan, la sémola, el arroz, las papas y el maíz que son rápidamente digeridos.
6.- Realiza ejercicios
Aumentar la actividad física te ayudará a utilizar la grasa acumulada para darle al cuerpo la energía que requiere para llevarlas a cabo, por lo que contribuirá a mejor tu estado de salud.
7. Evita medicamentos innecesarios
Evitar medicamentos innecesarios también puede ayudar a retrasar o revertir la enfermedad, inclusive debe evitar el consumo de vitaminas y minerales en grageas, la mejor manera de obtener los beneficios de estos es consumir los alimentos que los contienen.
Las enfermedades del hígado no son exclusivas de personas que consumen alcohol, también pueden afectar al común si sus hábitos de vidas contribuyen a ello.
La obesidad es el principal factor de riesgo sin importar la edad para desarrollar enfermedades tal como el hígado graso no alcohólico que da pie a la formación de otras muchos más graves y esto puede evitarse o contrarrestarse adquiriendo nuevos hábitos de vida.
Todo esto se lo puede explicar a Ester después de su llamada al programa de radio, espero que no solo haya contestado a su pregunta sino que le sirva de orientación para que su esposo y toda su familia vivan más y mejor.
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