7 Causas Que Obligan a las Mujeres a Orinar Frecuentemente

Hace unas 4 semanas tuve la oportunidad de salir de compras con mi querida amiga Darlene. Durante el tiempo que compartimos, unas cuatro horas, Darlene acudió a los servicios sanitarios alrededor de tres veces para orinar.

Un poco extrañada, le pregunté si era común en ella acudir al baño con tanta frecuencia. Me contesto que en las últimas semanas le ocurría con regularidad y se agravaba durante la noche.

Además, me comentó que por esa razón no descansaba lo necesario, pues su sueño se veía interrumpido de forma continua por la micción frecuente.

Darlene se quejó de cansancio, somnolencia y diferentes molestias por ese problema.

Por supuesto, me preocupé por este signo en ella, ya que no es normal que una persona acuda cada noche al baño si no ha tomado abundante agua o líquido antes de dormir.

Nos sentamos un rato a tomar un té verde en un lindo restaurante, mientras averiguaba si mi amiga presentaba otros síntomas y si era necesario que acudiera al médico a la brevedad posible.

Causas de orinar con frecuencia durante la noche

Son muchas y diversas las causas por las cuales una mujer puede sentir que se incrementa el número de veces que va al baño a orinar.

No sólo está relacionado con su estado de salud, pero algunas patologías pueden producir un aumento en la necesidad de micción.

Este puede agravarse durante la noche, lo que interrumpe el sueño y hace que las mujeres se sienten cansadas y con necesidad de dormir.

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¿Cuánto es frecuente una micción nocturna?

Normalmente una persona puede descansar de seis a ocho horas sin orinar.

Por esta razón, los médicos han calculado la micción frecuente a partir de las dos veces durante la noche.

Incluso hay formas más graves que obligan a las personas a levantarse en más de cinco oportunidades para acudir al sanitario.

Esta frecuencia de visitas puede presentar dos situaciones. La primera es que se pueden sentir muchas ganas de orinar y efectivamente, excretar un gran volumen de líquido.

Pero también puede ocurrir que se levantan varias veces, pero el volumen de líquido es más bien bajo.

Como también es una patología asociada con la vejez, la micción nocturna aumenta la posibilidad de caídas y lesiones entre este grupo de personas.

Algunas de las que aumentan la micción nocturna son: Enfermedades del tracto urinario, afecciones nerviosas, diabetes, músculos del suelo pélvico débiles, entre otras.

Veamos qué puede estar causando la continua necesidad de acudir al baño a orinar, especialmente en la noche.

1. Consumo de líquidos

Por supuesto, la primera causa que nos lleva al baño con más regularidad es la cantidad de líquido que tomamos durante el día.

No solamente agua, también el café y el alcohol pueden causar micción frecuente en algunas personas.

Esta causa es sencilla de resolver. Sólo es necesario disminuir la toma de líquidos, especialmente en horas previas al sueño.

Es decir, que debemos evitar tomar mucha agua a partir de las seis o siete de la noche.

Por otra parte, también es conveniente disminuir o evitar consumir bebidas alcohólicas o café a las mismas horas.

Si aún continúa la micción frecuente, entonces es necesario considerar la presencia de alguna patología.

2. Infecciones urinarias

Una de las causas principales de micción frecuente son las infecciones del tracto urinario que incluye la uretra, la vejiga y los riñones y las vías que conduce la orina entre estos órganos.

Esta enfermedad es bastante más frecuente entre las mujeres que entre los hombres.

La razón es que la distancia entre la uretra y la vejiga es más corta en las mujeres.

De hecho, una investigación omaní determinó que las infecciones urinarias se producen con mayor frecuencia en las mujeres que los hombres en una proporción de 8 a 1.

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Otros datos que los investigadores obtuvieron es que más de la mitad de las mujeres en algún momento experimentarán una infección del tracto urinario y que esta patología representa el 25% de todas las infecciones.

Además, una de cada tres mujeres tendrá al menos una infección sintomática que requerirá antibiótico antes de los 24 años.

Las infecciones pueden desencadenar cistitis aguda, que es una inflamación repentina de la vejiga.

Esta enfermedad es bastante sencilla de tratar pues se recomiendan antibióticos, tomar líquidos abundantes y algo de descanso, además de algunas restricciones en la dieta.

Pero si no se recibe tratamiento a tiempo, las bacterias pueden ingresar al torrente sanguíneo y producir complicaciones graves.

Por ejemplo, una septicemia, un shock, y en estados más graves, incluso puede llegar a la muerte, aunque esto es raro.

Evitar las infecciones del tracto urinario

Para evitar las infecciones urinarias es importante que te hidrates con agua pura.

Además, evita aguantar las ganas de orinar durante largos periodos de tiempo y siempre vacía completamente tu vejiga.

También es importante que realices una higiene adecuada después de mantener relaciones sexuales. Y es que durante ese momento, se pueden introducir bacterias en el tracto urinario.

La limpieza de la zona siempre debe realizarse de adelante hacia atrás especialmente después de evacuar. Así evitas exponer la uretra a bacterias.

Si estás embarazada es necesario extremar las recomendaciones anteriores, porque durante este periodo son muy frecuentes las infecciones del tracto urinario.

El problema es que si se agravan y no se atienden a tiempo pueden conducir al aborto.

3. Prolapso de la vejiga

La vejiga, junto a otros órganos, se encuentra sujeta por una pared muscular llamada suelo pélvico.

Este es un músculo que sujeta en una posición adecuada los órganos de la pelvis.

Si no se tiene el tono muscular adecuado, es decir, no es lo suficientemente fuerte, algunos de esos órganos pueden caer de su lugar

Es a esto a lo que se llama prolapso que en la terminología médica se le conoce como cistocele.

El suelo pélvico puede debilitarse por varios partos sucesivos, envejecimiento, falta de estrógenos, obesidad y estreñimiento crónico, entre otros.

Precisamente, uno de los síntomas que produce el prolapso de la vejiga es la micción frecuente y la incontinencia urinaria.

Incluso puede ocurrir que se escape involuntariamente la orina o que se tenga una gran necesidad de acudir al baño pero sólo se elimina en pequeñas cantidades.

Otros síntomas son dolor durante el sexo, sensación de presión en el vientre, dolor en la espalda baja e inflamación de la vagina.

4. Cálculos urinarios

Otra causa de una orina frecuente durante la noche son los cálculos renales, también conocidos como “piedras”.

Los cálculos son una materia dura que se forma en los riñones y que puede agrandarse en los órganos o las vías urinarios.

Cuando son pequeños, prácticamente no producen síntomas.

Pero al agrandarse, tienden a producir, no solamente una micción frecuente, sino también dolor, hemorragias, fiebre e incluso propiciar infecciones.

Para evitar la formación de cálculos es necesario llevar una dieta alcalina con fibra y con suficiente agua.

5. Diabetes

La diabetes una patología, o conjunto de ellas, que está relacionada con niveles elevados de glucosa en la sangre y defectos en la producción de la insulina.

En otros artículos he comentado que la glucosa es el alimento preferido de nuestras células.

El problema surge cuando hay un exceso de glucosa, entonces el páncreas secreta insulina para hacer que las células consuman más.

Sin embargo, llega un momento en el que ya las células no pueden sintetizar más glucosa, así que esta queda en la sangre.

Por supuesto, uno de los síntomas es el aumento de la necesidad de orinar, además de sed y hambre excesiva.

Otros signos ante los que debes estar alerta son: cansancio, visión borrosa y una cicatrización lenta de las heridas.

6. Vejiga hiperactiva

A pesar de ser bastante frecuente, la vejiga hiperactiva afecta aproximadamente al 40% de las mujeres, esta enfermedad es desconocida para la mayoría de las personas.

Consiste en la disminución de la capacidad de la vejiga para contener o almacenar la orina,

El síntoma principal es una necesidad urgente de orinar, pero puede estar acompañado de incontinencia.

Es común que las personas que lo padecen, necesiten levantarse varias veces en la noche para acudir al servicio sanitario.

Existen varias causas que pueden producir la vejiga hiperactiva, además de las infecciones urinarias, de los cálculos y la diabetes.

Por ejemplo, las enfermedades degenerativas, que son afecciones crónicas que, con el tiempo afectan a uno o varios órganos.

La esclerosis, la enfermedad de Parkinson y el mal de Alzheimer, son algunas de las patologías que pueden propiciar esta enfermedad.

También los problemas neurológicos, como por ejemplo, los accidentes cerebrovasculares. También las deficiencias cardíacas.

Contrariamente a lo que el paciente puedes pensar, cuando se padece vejiga hiperactiva no es conveniente reducir la cantidad de líquido que se consume.

Esto se debe a que una orina más concentrada tiende a irritar la vejiga y las vías urinarias incrementando los síntomas y el malestar.

Por supuesto debe atenderse primero la enfermedad subyacente que produjo la vejiga hiperactiva.

Pero lo siguientes es disminuir los síntomas a través de una dieta adecuada y ejercicios para la vejiga como los ejercicios de Kegel.

En algunos casos es posible que el médico recete ciertos fármacos y, si se tienen síntomas muy grave, probablemente sea necesaria la cirugía.

7. Otras causas

Algunos traumas psicológicos y la menopausia están relacionados con la necesidad frecuente de orinar.

También las patologías renales como la enfermedad poliquística, la hipercalcemia o el exceso de calcio en la sangre.

Cuando hablé con Darlene, le recomendé acudir a su médico.

Además, la ayudé a hacer conciencia sobre una serie de síntomas que presentaba para llevar un informe preciso a su consulta.

Efectivamente, al hacerse los exámenes, su doctora determinó que mi amiga padecía de una infección en las vías urinarias.

Gracias a determinar los síntomas a tiempo, pudo atenderse a tiempo.

Esto la ayudó a tomar los correctivos necesarios, así como a preservar la salud de sus riñones y tracto urinario.

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