La llegada de la tecnología 5G marca un salto significativo en las capacidades de comunicación, ofreciendo velocidades más rápidas y conexiones más fiables. Sin embargo, las implicaciones para la salud de esta nueva tecnología han sido objeto de debate e investigación científica.
De este tema que ha ido creciendo vertiginosamente desde 2019 hasta la fecha, les voy a hablar a solicitud de Marianne, una seguidora de Indiana. Ella decidió comunicarse conmigo porque se sentía un poco confundida.
Ella en la actualidad, debido a su trabajo, dispone de tecnología 4G en su conectividad del teléfono móvil. Sin embargo, su esposo, que es un fanático de las nuevas tecnologías, le sugirió cambiarse a tecnología 5G.
Marianne me comentó, que generalmente a ella le gusta indagar acerca de las nuevas tecnologías, especialmente sobre sus efectos sobre la salud. Lamentablemente, no ha logrado obtener una apreciación definitiva acerca de la tecnología 5G sobre la salud.
Por ello, decidió comunicarse conmigo, a los fines de que le mostrara mi punto de vista con relación a los riesgos sobre la salud de esta nueva tecnología. Así, a fin de dar respuesta a su solicitud, elaboré un dossier mostrando las generalidades acerca de la tecnología 5G.
Incluso incluí algunas interrogantes, que han surgido últimamente con relación a la expansión y uso de la esta.
Dado el vertiginoso crecimiento de la tecnología 5G a nivel mundial, es importante conocer su posible impacto sobre la salud. Por ello, consideré prudente compartir esta información en mi página.
Una breve reseña de la evolución de las telecomunicaciones móviles
La evolución de las telecomunicaciones móviles comenzó con la primera generación, o 1G, en los años setenta y ochenta.
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Estos primeros teléfonos móviles utilizaban una tecnología analógica similar a la de los teléfonos fijos. Los avances se veían eclipsados por problemas como la corta duración de la batería y las caídas de llamadas.
Posteriormente, la segunda generación conocida como 2G, marcó la transición a los sistemas digitales en 1991. Esto logró mejorar notablemente la calidad de las comunicaciones de voz, al introducir tecnologías clave.
La tercera generación o 3G trajo consigo mayores velocidades del sistema y tasas de descarga más rápidas, permitiendo videollamadas consistentes.
3G fue el sistema inaugural de banda ancha móvil, diseñado para soportar servicios de voz y multimedia. Esto se logró realizar al introducir tecnologías de acceso por paquetes de alta velocidad. Esto mejoró la potencia de la red inalámbrica y la conmutación de paquetes para una rápida transmisión de datos.
La cuarta generación o 4G, es un estándar de banda ancha puramente móvil surgido en 2010. Ella logró incrementar sustancialmente las velocidades de información de 20 a 60 Mbps.
El arribo de la tecnología 5G
La tecnología 5G logró avances notables en la comunicación digital, con respecto a las generaciones anteriores de redes móviles. Introduce tres servicios clave: Banda Ancha Móvil Extrema (eMBB), Comunicación Masiva de Tipo Máquina (eMTC) y Comunicación Ultra Fiable de Baja Latencia (URLLC).
La eMBB logra satisfacer la demanda de Internet de alta velocidad, ofreciendo un ancho de banda sustancial y una latencia moderada.
Mientras la eMTC está diseñada para aplicaciones IoT, o Internet de las Cosas. Ello constituye una red de objetos físicos que están integrados en sensores, software y otras tecnologías de vanguardia.
URLLC es crucial para aplicaciones críticas que requieren tiempos de respuesta inmediatos y la máxima fiabilidad. Por ejemplo, las cirugías a distancia, vehículos autónomos y automatización industrial avanzada.
La 5G supera a su predecesora la 4G, facilitando las operaciones remotas con un retardo insignificante y soportando un caudal de enlace descendente de hasta 20 Gbps.
La otra cara de la tecnología 5G
Es importante señalar, que la banda de 6 GHz destaca por ofrecer, además de un gran ancho de banda, la mejora del rendimiento de la red. Ello la convierte en un medio propicio para el despliegue de la 5G.
Según los expertos, diversos estudios han explorado los posibles efectos de la radiación de radiofrecuencia (RF) de la 5G. Ello se ha centrado particularmente, en lo que respecta a sus bandas de frecuencia más altas, que difieren de las utilizadas en las generaciones anteriores de tecnología móvil.
El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) ha clasificado los Campos electromagnéticos (CEM) de radiofrecuencia como “posiblemente cancerígenos para los seres humanos” (grupo 2B).
De hecho, actualmente se investigan los riesgos cancerígenos, para la reproducción y el desarrollo asociados a la exposición a RF.
Los conocimientos actuales sugieren pruebas limitadas de carcinogenicidad a partir de estudios epidemiológicos y pruebas suficientes a partir de bioensayos experimentales en relación con las frecuencias más bajas de 5G.
También hay pruebas suficientes que indican efectos adversos para la reproducción y el desarrollo en humanos y animales de experimentación a estas frecuencias.
Aunque para las bandas de frecuencias más altas, faltan estudios concluyentes sobre los riesgos para la salud.
Es importante señalar, que la comunidad científica sigue examinando y debatiendo las incertidumbres que rodean a los efectos de la 5G sobre la salud.
La literatura revisada por pares proporciona una plataforma para este discurso. Por ello, la evaluación de los riesgos para la salud en la literatura científica debe abordarse con ojo crítico, teniendo en cuenta los posibles sesgos y la calidad de los estudios en cuestión.
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La ciencia no descansa
Los riesgos para la salud asociados a la tecnología 5G, han sido objeto de investigación científica y preocupación pública. Como mencionamos, dicha tecnología utiliza ondas de radio de mayor frecuencia que las anteriores generaciones de tecnología móvil.
Cabe destacar, que la atención se ha centrado principalmente en los posibles efectos de los campos electromagnéticos no ionizantes (CEM) emitidos por la infraestructura y los dispositivos 5G.
Según algunos expertos, los principales riesgos para la salud citados incluyen:
- Mayor riesgo de cáncer.
- Estrés celular.
- Desequilibrios del sistema inmunitario.
- Daños genéticos.
- Cambios estructurales y funcionales del sistema reproductivo.
- Déficits de aprendizaje y memoria.
- Trastornos neurológicos e impactos negativos en el bienestar general de los seres humanos.
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El Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE) ha abordado la implantación de 5G y sus problemas de salud asociados. Este y otros organismos, han proporcionado recursos para una mayor comprensión.
Así, aunque la tecnología 5G promete avances significativos en las telecomunicaciones, los riesgos para la salud asociados a su despliegue siguen siendo objeto de investigación.
El conjunto de pruebas científicas es cada vez mayor, pero sigue siendo necesario investigar más, sobre todo en lo que respecta a las bandas de frecuencia más altas de la 5G.
A medida que la tecnología siga evolucionando, también lo hará nuestra comprensión de su impacto en la salud. Por supuesto, guiada por la investigación científica y el discurso en curso.
La ciencia ha logrado determinar, que el glutatión es fundamental para el funcionamiento saludable del sistema inmunológico. Además, coadyuva en los procesos de desintoxicación de nuestro organismo. Por ello, os sugiero emplear MOLECULAR GLUTATHIONE.
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Opiniones encontradas
El corpus actual de pruebas científicas es cada vez mayor, pero aún se necesitan resultados concluyentes. Sobre todo, en lo que respecta a las bandas de frecuencia más altas de la 5G, para comprender plenamente las implicaciones a largo plazo para la salud.
Debemos señalar, que hasta ahora, después de muchas investigaciones realizadas en todo el espectro radioeléctrico, no se ha relacionado causalmente ningún efecto adverso para la salud. Sin embargo, solo se han realizado unos pocos estudios en las frecuencias que utiliza la 5G.
Asimismo, se afirma que la exposición al ancho de banda de ondas milimétricas que se utiliza en la tecnología 5G, puede causar una dolorosa sensación de quemazón. Incluso se ha relacionado con problemas oculares y cardíacos, supresión de la función inmunitaria, daños genéticos y problemas de fertilidad.
Otros riesgos señalados incluyen formas raras de cáncer, como tumores malignos en el cerebro y el corazón, así como efectos oculares como cataratas y daños en la retina.
También preocupan las quemaduras cutáneas, la infertilidad masculina y la hipersensibilidad electromagnética, que puede manifestarse como dolores de cabeza, fatiga, estrés, sensación de quemazón y erupciones cutáneas.
Debemos señalar, que la comunidad científica no ha llegado a un consenso sobre estas cuestiones. Por ello, la investigación está en curso y la OMS, junto a otros organismos reguladores siguen vigilando y evaluando los posibles riesgos para la salud de los CEM 5G.
Los organismos internacionales cono garantes de la salud a nivel global
Es importante recalcar que la OMS y otros reguladores siguen vigilando los posibles riesgos de los campos electromagnéticos (CEM) 5G. Sobre todo, considerando la expansión mundial de las tecnologías 5G y a la preocupación pública en torno a su seguridad.
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Ello ofrece una visión general de las pruebas, contribuyendo al debate en curso. Es crucial que el público y los responsables políticos se apoyen en investigaciones de alta calidad y revisadas por pares.
La preocupación principal sobre la 5G es su radiación no ionizante, que opera a frecuencias más altas que tecnologías anteriores.
De hecho, a medida que aumenta la frecuencia, la penetración en los tejidos corporales es menor. Ello ocasiona, que la absorción de la energía se limite más a la superficie corporal (piel y ojos). Por ello, siempre que la exposición global se mantenga por debajo de las directrices internacionales, no se prevén consecuencias para la salud pública.
La OMS junto con la Comisión Internacional sobre Protección frente a Radiaciones No Ionizantes (ICNIRP), proporciona directrices sobre los límites de exposición a los CEM. Muchos países se adhieren a estas directrices para garantizar el cumplimiento de las normas de seguridad.
La investigación en curso y directrices actualizadas esclarecerán las implicaciones a largo plazo de los CEM 5G para la salud. Ello permitirá mantener la confianza del público en estas nuevas tecnologías.
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Concluyendo
De acuerdo con lo mostrado, la llegada de la tecnología 5G ha traído consigo una oleada de innovación y conectividad. Esta tecnología ofrece velocidades más rápidas y conexiones a internet más fiables. Sin embargo, también ha suscitado preocupación por los posibles riesgos para la salud asociados a su despliegue.
Contrario a tecnologías móviles anteriores, la 5G emplea ondas de mayor frecuencia para transmitir más datos.
No obstante, estas ondas tienen un alcance más corto y, como resultado, requieren más transmisores colocados más cerca del nivel del suelo, lo que aumenta potencialmente la exposición a campos electromagnéticos de radiofrecuencia (CEM).
La mínima penetración de la radiación 5G en el cuerpo se cita a menudo como razón de su presunta seguridad. Aunque sigue siendo vital realizar estudios sobre los efectos en la salud antes del despliegue generalizado de las redes 5G.
La introducción de la 5G expondrá al público a un tipo de radiación que no se había encontrado antes a gran escala, lo que plantea varias preguntas pertinentes sobre sus posibles implicaciones para la salud.
Entre ellas, cabe preguntarse si la radiación 5G podría comprometer las defensas de la piel frente a agentes patógenos, exacerbar enfermedades cutáneas, aumentar el riesgo de cáncer de piel inducido por la luz solar o causar daños en el cristalino o la córnea.
Para Marianne la información recibida, la cual comparto en el post, fue de mucha utilidad. De hecho, considerando que existen muchos grupos científicos independientes y organismos internacionales que no han dejado de investigar sobre la tecnología 5G, postergó su empleo por algún tiempo.
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