5 Remedios Caseros Para Aliviar La Tortícolis

La tortícolis es una dolencia frecuente en todas las edades, incluso se produce en muchos bebés, debido a causas congénitas. Esta palabra deriva de las expresiones latinas tortus, que significa torcido y collum, que significa cuello. Según los expertos, los medicamentos no logran aliviar los síntomas de la tortícolis de forma significativa.

Por ello es importante recurrir a ciertas alternativas no farmacológicas, que coadyuvan en el tratamiento de esta afección.

De este tema, que aflige a muchas personas, voy a hablar a solicitud de Gabriella, una seguidora de Virginia. Ella es una mujer de mediana edad, y es chef pastelera con muchas ocupaciones en su área de trabajo. Ella me comentaba, que vive un ritmo de vida muy vertiginoso y eso le gusta, pues la mantiene activa.

De hecho, para ella resulta reconfortante estar permanentemente en movimiento, pues se aburre cuando no tiene tareas. Esta forma de relacionarse con el trabajo le ha llevado a exigirle mucho esfuerzo a su cuerpo. Y una de sus consecuencias ha sido la presencia muy seguida de contracturas musculares.

En muchas ocasiones, algunas de ellas se han aliviado empleando algunos relajantes musculares. Sin embargo, una dolencia ubicada en el área del cuello en particular, no ha cedido tan fácilmente.

Se trata de un tortícolis recurrente, que le causa diversos inconvenientes para desarrollar su trabajo. Ella me contactó precisamente buscando algunas alternativas naturales, que le permitieran combatir esta dolencia. Rápidamente logré compilar cierta información para ella, a los fines de honrar su solicitud.

En ella destaqué sobre las generalidades de la torticolis y describí algunas estrategias alternativas para su control. Al considerar la recurrencia de esta afección, estimé conveniente compartir esta información en mi página.

Generalidades acerca de la tortícolis

La tortícolis es una afección ocasionada por ciertos espasmos, que se generan a nivel de los músculos del cuello. Por lo general, provoca que el cuello exhiba una inclinación y rotación anormales. Según los expertos, se pueden presentar diversas posiciones, entre ellas la flexión, extensión e inclinación (hacia el lado izquierdo o al derecho).

Generalidades acerca de la tortícolis

En función de ello, los especialistas designan nombres como tortícolis vertical, horizontal, oblicua o torsión.

La tortícolis es considerada una dolencia común, estimándose que un 90% de las personas presentará por lo menos un episodio de tortícolis a lo largo de su vida. Esta dolencia puede ser benigna (tortícolis congénita), pero también puede ser ocasionada por causas graves como una lesión cerebral.

Según los expertos, las disfunciones de los mecanismos neuromusculares locales como la distonía focal, constituyen los casos más frecuentes. De acuerdo a los especialistas se puede afirmar, que la distonía constituye una serie de contracciones musculares involuntarias sostenidas.

Este efecto negativo de larga duración provoca en quienes lo padecen a adoptar posiciones anómalas. Un ejemplo de ello, son las contorsiones, que deben adoptarse a nivel de las extremidades, tronco y cuello.

Cabe destacar, que la distonía cervical se considera una de las distonías focales más comunes en los adultos. Esto ocasiona una contracción tetánica (involuntaria y prolongada) de ciertos músculos del cuello, a saber músculos esternocleidomastoideos y/o trapecios.

Así, la tortícolis espasmódica es considerada la forma más común de distonía del cuello (distonía cervical).

Se debe resaltar, que en función de los músculos afectados el cuello tomará una forma diferente. Incluso, se han detectado algunos cambios en la posición de la cabeza y cuello que distan de ser tortícolis.

Una visión general acerca de los músculos del cuello 

Los especialistas coinciden en que los músculos del cuello conforman un sistema complejo. Si imaginamos un esquema del mismo se pueden distinguir dos niveles. Uno de ellos, constituido por los músculos largos a nivel superficial y otro conformado por músculos paravertebrales a nivel profundo.

Estos últimos se ubican al lado de la columna vertebral para sostenerla y permitir su movimiento.

Según los expertos, los principales músculos asociados con la distonía cervical son el esternocleidomastoideo, esplenio, escápula, platisma, escaleno y trapecio. Sin embargo, el músculo más afectado es el esternocleidomastoideo, presente a cada lado de la región anterior del cuello.

Este músculo posee diversas funciones dependiendo de si se activa uno solo o los dos. Es considerado uno de los más largos de la zona del cuello. Dentro de los movimientos, que son responsabilidad de este músculo destacan:

  • Contracción de uno solo (unilateral): genera la flexión de la cabeza, inclinación hacia el lado del músculo y rotación en el extremo opuesto
  • Contracción de ambos: flexión más fuerte de la cabeza
  • Favorece el proceso de inspiración (sobre todo en el tipo de respiración torácica).

Debemos mencionar también, que existen ocho conjuntos de nervios cervicales. Ellos están designados desde de C1 a C8. Y presentan la característica de que cada par se origina de la médula espinal en el nivel vertebral correspondiente.

Cabe destacar, que los factores que producen torticolis son diversos. Muchas veces hasta podría estar relacionado con enfermedades graves. De allí la complejidad de esta patología.

¿Cómo se clasifica la tortícolis?

De acuerdo a los factores que la ocasionan, existen diversos tipos de tortícolis. Dentro de ellas destacan:

Tortícolis congénita

Según los estudios se ha determinado, que durante el proceso de gestación o en el parto, puede producirse un traumatismo. Dicho efecto podría provocar un edema en el músculo, lo que puede generar una fibrosis congénita del músculo esternocleidomastoideo, provocando un acortamiento de las fibras del mismo.

Por lo general, la forma congénita de tortícolis se manifiesta a las pocas semanas después del nacimiento del bebé. A nivel mundial, la incidencia mundial de la tortícolis congénita varía entre el 0,3% y el 1,9%. Según algunos estudios, se menciona una proporción de uno por cada 250 recién nacidos.

De esta forma se constituye en la tercera anomalía ortopédica congénita después de la displasia congénita de cadera y los pies calcaneovalgos (deformación del pie hacia arriba y hacia afuera). La tortícolis congénita en ocasiones se asocia con la displasia congénita de cadera. Incluso se ha detectado una incidencia de hasta el 20%.

Por lo general, aparece como una condición aislada y se determina por examen clínico. Hasta ahora, el tratamiento primario empleado es la fisioterapia.

Tortícolis ocular

Este tipo de torticolis hace referencia a cierta parálisis de los músculos implicados en la inclinación, y rotación de la cabeza (compensación) por la afectación de los músculos oblicuos del globo ocular.

Según los expertos, puede también estar ocasionado por una postura compensatoria de la cabeza. La misma ocurre a los fines de evitar la visión doble o amortiguar el nistagmo.

Tortícolis reumatológica

Por lo general, esta variante es ocasionada debido a la presencia de enfermedades reumatológicas crónicas. Entre ellas destacan la artrosis, artritis, fibromialgia y osteoporosis.

Tormenta neurógena

Es el resultado de cualquier trastorno o accidente neurológico, como una apoplejía o un traumatismo. Un ejemplo de ello, son ciertos acontecimientos traumáticos ocurridos a nivel de la cabeza, cuello o nuca. El más común es el denominado latigazo cervical, ocurrido por efectos de un accidente automovilístico.

Tortícolis vestibular

Este es el resultado de una compensación del desequilibrio, que ocurre en el cuerpo cuando existe una afección del laberinto del oído interno.

Tortícolis espasmódica

Denominada también como distonía cervical es considerada la causa más común, que favorece la rigidez a nivel del cuello. Dentro de los factores, que lo generan destacan los movimientos bruscos, sobrecarga física y estrés emocional.

Diversos estudios experimentales acerca de la tortícolis han logrado detectar, que la tortícolis se origina a consecuencia del efecto de factores locales como de anomalías del sistema nervioso.

Es importante mencionar, que la distonía cervical es ocasionada por la contracción de los músculos del cuello. Este efecto, ocasiona un desvío del mismo de su posición normal, y se considera el tipo de distonía más común.

Según los expertos, la distonía cervical se subdivide en dos grupos. Ellos son la distonía cervical primaria (o idiopática) y distonía cervical secundaria (o sintomática).

La distonía idiopática no presenta ningún tipo de lesión a nivel de los ganglios basales, y gracias a los estudios se han determinado que posee causas genéticas.

Tratamientos empleados comúnmente en la tortícolis

Es importante resaltar que actualmente no se cuenta con un tratamiento específico para el tratamiento de las distonía cervical.

No obstante, los especialistas emplean ciertas opciones farmacológicas a fin de disminuir y aliviar los síntomas. Dentro de las opciones mayormente empleadas se mencionan los relajantes musculares y benzodiacepinas (empleadas para la ansiedad y espasmos).

Además de ello, también se emplean los anticolinérgicos, cuyo efecto contrarresta la acción del neurotransmisor acetilcolina. Aparte de estos fármacos, se emplea la toxina botulínica inyectada. Incluso, ciertos tipos de tortícolis ameritan el empleo de cirugía correctiva.

Debemos resaltar que el empleo de la fisioterapia y la osteopatía son actualmente opciones de tratamiento conservador. De hecho, se puede afirmar que la fisioterapia es una opción viable para muchas de las diferentes formas y causas de la tortícolis.

Remedios caseros para tratar la tortícolis

Debemos establecer, que los remedios caseros no representan una forma mágica de alivio. Sin embargo, pueden coadyuvar a disminuir los síntomas favoreciendo el proceso de recuperación.

Remedios caseros para tratar la tortícolis

1. Ejercicios

Los especialistas han logrado establecer una serie de rutinas, que poseen la capacidad de reducir los síntomas de la tortícolis. Además de ello, también pueden ayudar a distanciar su ocurrencia. Como se pudo apreciar, la tortícolis en los adultos presenta una diversidad de factores causales.

Dentro de ellos podemos mencionar lesiones, accidentes cerebrovasculares y empleo de ciertos fármacos. Pero más allá de las causas los ejercicios deben realizarse cuidadosamente, evitando así daños en los músculos del cuello. De acuerdo a los expertos estos ejercicios fueron diseñados para aliviar la tensión y coadyuvar a fortalecer los músculos.

2. Trucos sensoriales

Para iniciar es importante realizar cierto ejercicio mental a fin de ayudar en la relajación de la musculatura del cuello. Por medio de este ejercicio empleando los sentidos, se puede lograr que los músculos se liberen.

Mediante este truco sensorial se ha logrado, que muchas personas con solo tocar su cara en un lugar específico, favorecen la relajación de los músculos contraídos del cuello.

De acuerdo a la Clínica Mayo, tocar el lado opuesto de la cara o bien la parte posterior de la cabeza, ayudaría a eliminar temporalmente los espasmos. Muchos trucos sensoriales logran tener eficacia en algunas personas, sin embargo tienden a ser cada vez más ineficientes en la medida que avanza la enfermedad.

Se desconoce el porqué de la relajación del cuello. No obstante, ciertos estudios muestran que coadyuvan al cerebro a centrarse en sensaciones diferentes a la de los músculos contraídos. De hecho, la zona donde se realiza el tacto difiere entre las personas.

3. Estiramiento de la cabeza

De acuerdo a los expertos, realizar este ejercicio ayuda a relajar la musculatura que se ubica en la espalda y a los lados del cuello (esternocleidomastoideos). Su utilidad ha sido documentada sobre todo si el efecto de la torticolis mueve la cabeza hacia un lado o hacia atrás.

¿Cómo realizarlo?

  • Ponerse de pie junto a un mostrador, colocar la mano derecha en la parte posterior de la cabeza
  • Sujetar el borde del mostrador con la mano izquierda
  • Girar la cabeza muy despacio hacia la derecha unos 45° y mira hacia abajo (se sentirá un estiramiento a nivel de hombros y cuello)
  • Presionar suavemente la cabeza empleando el brazo derecho durante unos cuarenta segundos. Esto permitirá incrementar el estiramiento.
  • Realizar este procedimiento invirtiendo la posición a fin de ejercitar los músculos del otro lado del cuello.

4. Rotaciones opuestas

Este ejercicio se recomienda principalmente si la torticolis provoca la torsión en un solo lado de la cabeza. Mediante este ejercicio se logran fortalecer los músculos, que se contraponen a los músculos afectados.

¿Cómo realizarlo?

  • Ponerse de pie y juntar los dedos de las manos por detrás de la cabeza
  • Extender los codos hacia afuera
  • Girar la cabeza lentamente en la dirección opuesta a la tortícolis
  • Mantener los hombros y brazos inmóviles
  • Justo cuando se sienta un estiramiento en el cuello, mantener esa posición durante treinta segundos
  • Regresa a la posición original
  • Realizar esta rutina de tres a cinco veces al día
  • Una vez que ya se domine este ejercicio, se puede incluir un poco de resistencia
  • Acostarse de lado colocando la cabeza sobre una almohada (la zona afectada debe quedar en la parte superior)
  • Girar muy despacio la cabeza hacia la almohada y empujar la cara sobre ella manteniendo esta posición durante treinta segundos.

Nota

Se debe destacar, que el objetivo de los ejercicios para la tortícolis es el alivio del dolor. Por ello, es primordial evitar en todo momento, empeorar el dolor.

De allí la importancia de estar atentos a monitorear cómo se siente la persona al realizar los ejercicios. En caso de que sienta que empeora, suspender inmediatamente estos ejercicios. Además, si no nota mejoría en pocos días y la situación se hace crónica, se debe acudir al médico.

5. Compresas frías o calientes

Se ha observado, que el empleo de terapias térmicas puede aliviar el dolor causado por la tortícolis.

¿Cómo realizarlo?

  • Humedecer una toalla y exprimir el agua en exceso
  • Colocarla en una bolsa plástica dentro del congelador
  • Aplicar unos quince minutos sobre la zona afectada (se puede colocar una pequeña toalla seca entre la piel y la toalla congelada).

Concluyendo

Se pudo observar, que la tortícolis se refiere a la contracción producida a nivel de los músculos del cuello. De acuerdo a los expertos, el músculo más afectado es el esternocleidomastoideo. De hecho se ha observado, que comúnmente la tortícolis no es un diagnóstico, sino que se produce como respuesta de diversas afecciones subyacentes.

Se ha observado, que puede tener un origen congénito o bien manifestarse a cualquier edad.

Muchas veces, esta dolencia se manifiesta como una condición aislada. Por lo general, el diagnóstico de la tortícolis se profundiza empleando exámenes clínicos y su tratamiento primario es la fisioterapia. Existen algunos fármacos empleados para su alivio, sin embargo, no están exentos de producir efectos adversos.

De allí la importancia de contar con diversas estrategias, que emplean ciertos tipos de ejercicio. Además de ello, la terapia térmica que incluye el empleo de frío o calor se ha mostrado como una estrategia positiva para aliviar el dolor y disminuir la contractura del cuello.

Para Gabriella la información recibida, la cual comparto en el post, fue realmente útil. Ella cuando me contactó hace poco me mencionó, que empleando los sencillos ejercicios que le mencioné, logró mejorar muchísimo el dolor del cuello. De hecho, lo complementó con terapia de compresas frías y logró un mayor restablecimiento.

“Tome descansos frecuentes durante el día y realice estiramientos de cuello: permitir que su cuerpo se relaje es importante, ya que esforzarse o permanecer en la misma posición durante largos periodos de tiempo puede suponer un riesgo de tortícolis. Otros factores que contribuyen al dolor de cuello pueden ser el escaso apoyo social, agotamiento, aumento de los niveles de estrés, ira, depresión y las enfermedades autoinmunes”

Ashleigh Wienand, Directora Clínica

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