5 Factores Que Pueden Influir En El Crecimiento Del Cabello

Salud capilar: factores clave en el crecimiento del cabello
Cómo mejorar el crecimiento del cabello: 5 factores importantes

Existen diversos factores reconocidos por la ciencia que puede ser claves para un adecuado crecimiento del cabello. Posiblemente muchos productos cosméticos han intentado promocionar el crecimiento del cabello, sin considerar algunos de ellos. Por lo tanto es importante conocer, que el crecimiento de nuestro cabello resulta de una interacción compleja de diversos elementos.

De este tema que agobia a muchas personas, les voy a hablar a solicitud de Tessa, una seguidora de Florida. Ella es una ejecutiva de mediana edad, madre de familia a tiempo parcial y con un alto nivel de exigencia.

Tessa me comentaba, que ella se acostumbró a dar lo mejor de sí en cualquiera de los roles que le toca desempeñar bien como madre, esposa o directora de un equipo de ventas.

Ella me dijo, que muchas veces, a sus superiores, les llamaba la atención su presencia, incluyendo su cabellera. Sin embargo, para Tessa, esto suponía emplear en muchas ocasiones tratamientos capilares y tintes costosos.

Aunque este espejismo temporal, a la larga empezó a ocasionarle algunos inconvenientes, como la caída del cabello y el retardo del crecimiento del mismo.

A raíz de ello, empezó a utilizar diversos tipos de sueros capilares y tratamientos que prometían hacer crecer el cabello, sin embargo esto nunca ocurrió.

Por ello, Tessa decidió contactarme, a fin de que le instruyera de forma integral acerca de cuáles factores son determinantes en el crecimiento del cabello. Esto le permitiría enfocarse de una forma más adecuada en el manejo del mismo.

Para honrar su solicitud, decidí enviarle un dossier explicativo, acerca de las generalidades del crecimiento capilar. Además, profundicé en los factores más estudiados, con influencia sobre el crecimiento del cabello.

Dada la importancia de este tema para la belleza y autoestima estimé conveniente compartirlo en mi página.

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Generalidades acerca del crecimiento del cabello

El pelo forma parte del sistema tegumentario y penetra en la capa dérmica para alojarse en el folículo piloso. El cuerpo humano cuenta con unos cinco millones de folículos pilosos. De esta cifra se sabe, que los correspondientes al cabello se ubican entre 100 a 150 mil a nivel del cuero cabelludo.

Ellos sirven de escudo contra el frío y rayos UV, segregan sebo y pueden afectar profundamente a la psique si se altera su crecimiento o estructura. Básicamente, su estructura está compuesta por una proteína denominada queratina.

Bajo el microscopio, es posible apreciar la diversidad de longitud, color, diámetro y forma transversal de cada hebra. Ello contribuye a los distintos perfiles capilares, observados en diferentes etnias e individuos.

De acuerdo a la ciencia, el mecanismo de crecimiento del cabello implica una compleja interacción de procesos y estructuras biológicas. De hecho, en los últimos 30 años se han logrado grandes avances en el entendimiento del desarrollo embrionario y ciclo capilar.

En el núcleo del crecimiento del pelo se encuentra el folículo piloso, constituido por diversos tipos de células que trabajan coodinadamente. El ciclo de crecimiento del cabello se divide en tres fases principales: anágena (crecimiento), catágena (regresión o destrucción controlada) y telógena (reposo relativo).

Durante la fase anágena, las células madre del folículo piloso se activan para regenerar el folículo y el cabello. Ello da origen a nuevas hebras de pelo. Esta fase puede durar varios años y está influenciada por varias vías de señalización.

La fase catágena, es una etapa de transición en la que el folículo piloso experimenta una involución que conduce al cese del crecimiento del pelo. Por último, en la fase telógena el folículo piloso permanece inactivo, y los pelos se desprenden más fácilmente.

Todo este proceso cíclico, está condicionado por diversos factores.

Factores que influyen sobre el crecimiento del cabello

Genética

Los genes desempeñan un papel crucial a la hora de determinar la tasa de crecimiento, grosor y densidad del cabello. Aunque no puedes cambiar tu composición genética, entenderla puede ayudar a gestionar las expectativas y enfoques de tratamiento.

La genética desempeña un papel crucial al momento de determinar las características de nuestro cabello. Ello incluye desde su color, grosor e incluso la edad a la que podemos empezar a perderlo.

La genética desempeña un papel importante en la caída del cabello, sobre todo en afecciones como la alopecia androgénica (AGA). La AGA es conocida comúnmente como calvicie de patrón masculino o femenino, y ocasiona una miniaturización progresiva del folículo piloso.

Ello conduce a la transformación vellosa del cabello terminal, ocasionando una alteración en la dinámica del ciclo del cabello.

La duración de la fase anágena disminuye gradualmente y la de la fase telógena aumenta. A medida que la duración de la fase anágena determina el crecimiento del cabello, el nuevo cabello anágeno se vuelve más corto y más fino, ocasionando una apariencia calva.

Diversos estudios demuestran, que un 80% de la calvicie de patrón masculino se debe a factores genéticos. Se han identificado varios genes relacionados con la textura del cabello y calvicie. Entre ellos, el LSS, que afecta a la formación del tallo piloso, y el PADI3, que interviene en la estructura de las fibras capilares.

Comprender estos factores genéticos puede ayudar a desarrollar tratamientos específicos contra la caída del cabello y otras afecciones capilares.

La calvicie de patrón femenino también tiene un componente genético, aunque se conoce menos que su contraparte masculina.

Los genes relacionados con la producción de una enzima llamada aromatasa, que convierte la testosterona en estradiol, pueden desempeñar un papel en la calvicie de patrón femenino, sobre todo después de la menopausia.

Hormonas

Las hormonas desempeñan un papel importante en la regulación del crecimiento del cabello y pueden influir en su caída.

Los cambios hormonales debidos al embarazo, la menopausia o problemas de tiroides pueden afectar al crecimiento del cabello. Por ejemplo, unos niveles más altos de andrógenos pueden provocar la caída del cabello.

Se sabe que los andrógenos, en particular la dihidrotestosterona (DHT), encogen los folículos pilosos, acortan el ciclo de crecimiento del pelo y provocan su adelgazamiento y caída.

En afecciones como la alopecia androgénica, una predisposición genética hace que los folículos pilosos sean más sensibles a la DHT. Ello ocasiona la caída del cabello. Por otro lado, los cambios hormonales debidos al embarazo, la menopausia o los problemas de tiroides también pueden provocar la caída del cabello.

Los niveles de estrógeno y progesterona que fluctúan durante estas épocas pueden provocar un incremento temporal de la caída conocido como efluvio telógeno.

Estudios científicos han demostrado, que controlar los niveles hormonales puede ayudar a mitigar la caída del cabello. Por ejemplo, los tratamientos que bloquean la DHT o equilibran las hormonas tiroideas han resultado eficaces para muchas personas.

Asimismo, los genes pueden influir en la presencia de hormonas como la dihidrotestosterona (DHT), conocida por encoger los folículos pilosos y provocar la caída del cabello. La DHT se deriva de la testosterona, que está presente tanto en hombres como en mujeres.

Alrededor del 10% de la testosterona se convierte en DHT con la ayuda de una enzima llamada 5-alfa reductasa. Posteriormente, la DHT se une a los receptores de los folículos pilosos del cuero cabelludo. Ello ocasiona que se encojan y pierdan la capacidad de mantener una cabellera sana.

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Nutrición

Una dieta deficiente en nutrientes esenciales como proteínas, vitaminas y minerales puede dificultar considerablemente el crecimiento del cabello. Las proteínas son los componentes básicos del cabello. Por ello, una ingesta inadecuada de proteínas, ocasiona que se quiebre y debilite.

Las vitaminas y minerales desempeñan un papel crucial en varias funciones corporales, incluida la producción de cabello. Por ejemplo, la vitamina E favorece la circulación sanguínea en el cuero cabelludo, esencial para el crecimiento sano del cabello. Una alternativa viable es mi fórmula especial VITAMIN E 400 IU. La puedes adquirir en VitaTienda.com.

Del mismo modo, el hierro ayuda a los glóbulos rojos a transportar oxígeno a las células corporales, incluidas las que estimulan el crecimiento del cabello.

La nutrición desempeña un papel crucial en la salud del cabello, y la carencia de ciertos nutrientes puede provocar su caída. Por ejemplo, la carencia de hierro constituye la deficiencia de nutrientes más común en todo el mundo y puede provocar la caída del cabello denominada efluvio telógeno.

Esta afección interrumpe el ciclo normal de crecimiento del cabello, lo que provoca una caída excesiva del mismo. Diversos estudios sugieren, que las personas que sufren caída del cabello suelen tener niveles más bajos de hierro sanguíneo, que quienes no la padecen.

La vitamina D también es esencial para el crecimiento del cabello y la salud de los folículos. De hecho, se han observado niveles más bajos de vitamina D en personas con problemas de caída del cabello. En especial, la caída de patrón femenino y la alopecia areata.

Efectivamente, la suplementación con vitamina D favorece el crecimiento del cabello en algunas personas con pérdida de cabello relacionada con deficiencias de dicha vitamina. Para ello recomiendo mi fórmula especial VITAMIN D3 + K2.

Salud del cuero cabelludo

La salud del cuero cabelludo desempeña un papel crucial en la salud general del cabello, incluido su permanencia y crecimiento. Un cuero cabelludo sano está libre de inflamación, picor, enrojecimiento, descamación, irritación, dolor, acné, quistes y daño solar.

El cuero cabelludo contiene unos 150.000 folículos. Se sabe que cada uno de ellos es responsable del crecimiento de una sola hebra capilar. Se produce también, sebo para hidratar el cuero cabelludo y protegerlo frente a las infecciones.

No obstante, afecciones como la caspa, dermatitis seborreica y atópica (eccema) y la psoriasis pueden alterar el equilibrio de la microbiota del cuero cabelludo. Esta alteración puede provocar aspereza, rotura, falta de brillo e incluso caída prematura del cabello. Ello se debe a la afectación de la salud del folículo piloso.

Para mantener un cuero cabelludo sano y evitar la caída del cabello, se recomienda utilizar productos suaves para su cuidado. Preferiblemente sin sulfatos, alcoholes ni fragancias que puedan eliminar los aceites naturales y causar irritación.

La limpieza y acondicionamiento regulares también son esenciales para evitar la acumulación de suciedad. Esta condición negativa podría obstruir los folículos e impedir el crecimiento de cabello nuevo. En caso de problemas persistentes es importante consultar a un dermatólogo.

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Estrés

El estrés crónico se ha relacionado con la caída del cabello, en especial el denominado efluvio telógeno. Incluso, los mecanismos que subyacen a esta conexión están cada vez más claros, gracias a investigaciones recientes.

Un estudio apoyado por los Institutos Nacionales de Salud logró detectar ciertos hallazgos interesantes. Entre ellos se descubrió, que una hormona del estrés, la corticosterona, deteriora las células madre.

Dicho efecto se observó en humanos con la hormona cortisol. Según los investigadores, las células madre que residen en el folículo piloso, son necesarias para el crecimiento del cabello.

De hecho, se ha observado que dichas células madre, son cruciales para regenerar el cabello durante la fase de crecimiento. La hormona actúa sobre la papila dérmica, impidiendo que segregue GAS6, una molécula que activa las células madre del folículo piloso.

Ello ocasiona una prolongada fase de reposo de los folículos pilosos, provocando la caída del cabello. Vale destacar, que algunos científicos de la Universidad de Harvard también han identificado este mecanismo.

Ello confirma, que el estrés crónico puede retrasar la activación de las células madre, desequilibrando la frecuencia de regeneración del folículo piloso.

Estos descubrimientos establecen posibles formas de tratar la caída del cabello causada por el estrés crónico. Por ejemplo, al actuar sobre células específicas y moléculas responsables de transmitir la señal de estrés a las células madre.

Concluyendo

De acuerdo a lo mostrado, el crecimiento del cabello no es un hecho de índole cosmética como muchos han promocionado. De hecho, implica una compleja interacción de procesos y estructuras biológicas que interactúan de forma armoniosa.

Dentro de ellos resaltan una serie de factores que inciden sobre el adecuado desempeño del folículo piloso. Esta estructura aparentemente sencilla, cumple una función primordial en la regeneración, crecimiento y soporte del cabello.

En condiciones normales, dichos folículos logran cumplir adecuadamente su función, manteniendo a su vez la salud e integridad del cabello.

Sin embargo, algunos factores pueden ocasionar la caída prematura y retraso en el crecimiento del cabello. Dentro de los más estudiados por la ciencia destacan, el estrés, deficiencias nutricionales, inadecuada salud del cuero cabelludo, procesos hormonales y factores genéticos.

Por ello, combatir y evitar las situaciones estresantes, aparte de equilibrar las deficiencias nutricionales, podrían favorecer el crecimiento del cabello.

Asimismo, mantener una adecuada salud del cuero cabelludo, bien evitando productos irritantes, o manteniendo un aseo adecuado, puede favorecer una adecuada regeneración y crecimiento del cabello.

Para Tessa la información recibida, la cual comparto en el post, fue muy esclarecedora. De hecho, además de emplear algunos suplementos para equilibrar posibles deficiencias, decidió emplear mi fórmula natural enriquecida con vitaminas y minerales ELIXIR HAIR GROWTH SHAMPOO.

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Estaba muy emocionada, porque al fin pudo encontrar una formulación natural y sin aditivos y evitar los diversos efectos adversos que ocasionan la gran mayoría de los productos más promocionados.

“Los micronutrientes, como las vitaminas y los minerales, desempeñan un papel importante, aunque no del todo claro, en el desarrollo normal del folículo piloso y la función de las células inmunitarias. La deficiencia de dichos micronutrientes puede representar un factor de riesgo modificable asociado al desarrollo, la prevención y el tratamiento de la alopecia”.
Hind M. Almohanna
Prince Sultan Military Medical City, Saudi Arabia

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