Existen ciertas patologías, que causan graves dolores en quienes las padecen. Una de ellas es un tipo de artritis y trastorno degenerativo de las articulaciones denominada artrosis. Se considera la forma más común de artritis, especialmente en adultos mayores y prematuramente en quienes padecen enfermedades genéticas.
Se ha observado, que el dolor crónico puede ser debilitante y muchas veces las personas optan por emplear alternativas naturales para evitar las reacciones adversas de los fármacos.
Una de estas personas es Marah, una seguidora de Virginia que padece esta patología desde finales del año pasado. Ella es una madre de familia de sesenta y cinco años, y desde que comenzó a padecer esta dolencia ha estado tomando opioides y antiinflamatorios no esteroideos (AINE).
Marah me comentaba, que al principio estos fármacos le aliviaban el dolor, sin embargo, su efecto se fue mermando. Además de ello, le ocasionaban ciertas condiciones indeseables como retención de líquidos y problemas estomacales.
En vista de esta situación ella decidió hacer contacto conmigo para que le recomendara algunas alternativas naturales. Conozco muchas personas, que poseen artrosis y han logrado sustituir los fármacos empleando medicamentos naturales.
Este trastorno degenerativo es más común de lo que pensamos, por este motivo consideré apropiado compartir una serie de recomendaciones alternativas para aliviar sus dolores aquí en mi blog.
De acuerdo a los CDC, la artrosis (OA) es la forma más común de artritis. En algunos sectores es denominada enfermedad articular degenerativa o artritis por “desgaste”. Por lo general se presenta mayormente a nivel de las caderas, rodillas y manos.
La artrosis produce la ruptura del cartílago de una articulación, y ocasiona modificaciones importantes en el hueso subyacente. Por lo general, estos cambios se producen de forma lenta y se agravan a lo largo del tiempo. Esto se traduce en procesos inflamatorios, dolor y rigidez.
Estas dolencias generan una reducción de las funciones corporales, además de crear procesos de discapacidad. Esto ocasiona, que algunas personas se vean impedidas de realizar diversos trabajos y tareas cotidianas.
Por lo general, la artrosis (OA)presenta una serie de síntomas y signos. Dentro de los más frecuentes destacan: dolor, rigidez articular, disminución de la flexibilidad o amplitud de movimiento y procesos inflamatorios. Según las estadísticas, la OA afecta más de 32,5 millones de adultos en los Estados Unidos.
Según la ciencia, a pesar de que la artrosis puede dañar cualquier articulación se presenta con mayor frecuencia a nivel de las articulaciones de la columna, caderas, rodillas y manos.
Los síntomas de la artrosis con frecuencia pueden controlarse, a pesar de que el daño a las articulaciones es irreversible. Sin embargo, mantenerse activos con un peso estable y emplear ciertos tratamientos coadyuva a retrasar el avance de la enfermedad.
Asimismo, favorece el control del dolor y mejora la función de las articulaciones.
La cúrcuma es una especia de la familia Zingiberácea, al igual que el jengibre, empleada en la cocina y medicina tradicional asiática. El principal componente activo de la cúrcuma es la curcumina. Este compuesto posee propiedades antiinflamatorias similares a la que exhiben los AINE.
Un estudio publicado el 2021 en BMJ Open Sport & Exercise Medicine, mostró efectos interesantes. Así, en comparación con el fármaco existe un beneficio de la cúrcuma en el dolor y función de la OA de rodilla. Se observó, que ambos tratamientos lograron disminuir el dolor ocasionado por la artritis.
De hecho, el 94% de los que tomaron curcumina y el 97% de los que tomaron diclofenaco lograron mejorías en al menos el 50%.
No obstante, la curcumina presentó menores efectos secundarios. Es decir, ninguna de las personas que tomaron curcumina requirieron tratamiento por problemas estomacales. Sin embargo, el 28% de los que tomaron diclofenaco sí debieron realizar tratamiento.
Asimismo, quienes tomaron curcumina experimentaron una pérdida de peso de casi el 2% de su peso corporal en tan solo cuatro semanas. Ello equivale a perder un kilogramo y medio para una persona de 175 libras de peso.
No debe emplearse en mujeres embarazadas porque puede estimular las contracciones uterinas. Tampoco debe administrarse en niños menores de doce años.
Un estudio clínico publicado el 2009 en Phytotherapy Research, mostró el resultado de comparar el efecto del aceite de ricino y diclofenaco sódico en pacientes con osteoartritis de rodilla. A la mitad de los participantes se les suministró una cápsula de aceite de ricino de 0,9 ml tres veces al día, durante cuatro semanas.
A la otra mitad se les suministró una cápsula de diclofenaco sódico, tres veces al día durante cuatro semanas.
Los participantes realizaron una evaluación general del alivio de los síntomas a las dos semanas. Luego de cuatro semanas se realizó otra evaluación. Estas evaluaciones consistían en investigaciones radiográficas de laboratorio y clínicas rutinarias.
Por medio de ellas se detectaban las mejoras de las condiciones de la artrosis (osteoartritis). Incluso, se detectaban las reacciones adversas a los tratamientos.
De acuerdo a los investigadores, luego de cuatro semanas se determinó, que ambos tratamientos eran significativamente eficaces. Sin embargo, se observaron una serie de reacciones adversas al emplear el diclofenaco sódico.
En cambio, el aceite de ricino no mostró efectos adversos. Según los resultados, el aceite de ricino puede emplearse eficazmente en la artrosis primaria de rodilla.
Una publicación de Iranian Journal of Basic Medical Sciences del 2021, muestra el efecto positivo del extracto de hojas de ricino en mamíferos de laboratorio con osteoartritis.
En algunas personas la ingesta de aceite de ricino genera efectos laxantes, de allí la importancia de emplearlo de forma tópica. Una forma muy práctica es empapando una toalla pequeña en aceite de ricino y ubicarla sobre la zona afectada.
Para obtener un mejor resultado se recomienda poner una bolsa de agua caliente sobre el paño empapado unos 45 minutos. Se ha observado, que este efecto coadyuva a reducir la inflamación, y dolor a nivel de las articulaciones afectadas.
También puede utilizarse el aceite de ricino tibio para masajear las zonas afectadas. Se recomienda realizarlo todas las noches antes de ir dormir, de esta forma se absorberá y se obtendrán excelentes beneficios.
Esta conocida planta medicinal de la cuenca del río Amazonas ha sido empleada durante siglos por la población indígena. Actualmente esta planta es conocida a nivel mundial debido a sus efectos positivos sobre el tratamiento de la inflamación crónica y la artritis.
Diversos estudios preclínicos han logrado establecer, que la uña de gato es capaz de proteger de la presencia de ciertos tipos de estrés oxidativo. Entre ellos destaca el peroxinitrito, un compuesto que se ha asociado con la artritis y otros procesos inflamatorios crónicos.
Asimismo se ha determinado, que la uña de gato puede proteger contra el daño gastrointestinal ocasionado por el efecto de dosis elevadas de AINE (gastritis aguda o enteritis crónica). Incluso se ha observado, que la uña de gato puede considerarse una terapia complementaria en el tratamiento de la artritis.
De acuerdo a un ensayo se verificó que 100mg diarios de un preparado liofilizado de uña de gato administrado durante cuatro semanas fue sustancialmente eficaz. Ello en comparación con un placebo sobre el alivio del dolor y la mejoría del estado general.
No debe emplearse en mujeres embarazadas o que se encuentren amamantando. Tampoco es conveniente administrar en niños menores de doce años, y en personas con alergia a la planta.
Se debe evitar su empleo en personas con problemas de coagulación, enfermedades autoinmunes (lupus eritematoso y esclerosis múltiple). No debe administrarse en personas con enfermedades renales, leucemia, o en quienes vayan a ser sometidas a una cirugía.
Las hojas y tallos de la planta de ortiga se han utilizado ancestralmente para tratar la artritis y dolores musculares. Se ha determinado, que esta planta presenta una elevada acción diurética.
Se cree, que ella se debe a la presencia de flavonoides con capacidad incrementar la excreción de ciertos componentes de desecho de nuestro organismo. En especial el ácido úrico, siendo beneficioso para aliviar la gota y artritis.
Algunos estudios han determinado, que el empleo tópico de la hoja de ortiga puede favorecer el alivio del dolor articular. Incluso, según otros ensayos, se ha demostrado que la ingesta de un extracto oral de ortiga junto con AINE, favorece la reducción de la dosis de estos antiinflamatorios.
Vale destacar, que un estudio realizado por científicos alemanes comparó la eficacia de combinar ortigas guisadas y 50 mg de diclofenaco con la dosis estándar de 200 mg de diclofenaco.
De acuerdo a los resultados, la ortiga cocida más 50 mg de diclofenaco mostraron igual eficacia que 200 mg de diclofenaco para reducir los síntomas clínicos de la artritis aguda.
Este resultado es muy importante, sobre todo para aquellas personas que son poco tolerantes a los AINE. Incluso, estos medicamentos pueden ocasionar ciertos problemas gástricos, incluyendo afecciones ulcerosas.
Tomar un puñado de hojas tiernas de ortiga y triturarlas mezclándolas con agua filtrada. Aplicar esta pasta sobre las articulaciones afectadas.
Es posible también utilizar la ortiga en infusión. Solo debes añadir unas cinco hojas tiernas o diez hojas deshidratadas en una taza de agua filtrada hirviendo. Deja infundir unos cinco minutos, cuela y bebe añadiendo miel orgánica si lo deseas.
En caso de que se desee, se puede emplear la ortiga en comprimidos. Se ha establecido, que dosis de hasta 1.200 mg diarios ayudan a controlar el dolor articular. Puede emplearse hasta por quince días consecutivos.
No debe emplearse en mujeres embarazadas o en período de lactancia. Tampoco es conveniente administrarla en personas con insuficiencia renal, hipotensión e insuficiencia cardíaca.
De acuerdo a lo mostrado, la artrosis se considera la forma más común de artritis. En algunos sectores es denominada enfermedad articular degenerativa o “artritis por desgaste”. Se ha observado, que esta afección ataca mayormente las manos, caderas y rodillas.
Según los expertos, esta enfermedad ocasiona la ruptura del cartílago de una articulación. Esto se traduce en ciertas modificaciones importantes en el hueso subyacente.
Por lo general, dichos cambios se presentan lentamente y tienden a agravarse a lo largo del tiempo. Generalmente, se originan ciertos procesos inflamatorios, dolor y rigidez, que se traducen en una reducción de las funciones corporales.
Asimismo, pueden también ocurrir procesos de discapacidad. Sobre todo, si se emplean con mucha frecuencia los AINE.
Afortunadamente existen ciertas alternativas naturales, que han sido debidamente estudiadas que permiten tratar la artrosis sin efectos secundarios. Dentro de ellas podemos mencionar la ortiga, uña de gato, aceite de ricino y cúrcuma.
Para Marah la información recibida, la cual comparto en el post, fue de mucha utilidad. Ella me comentó hace poco, que empleando la cúrcuma y uña de gato pudo aliviar los problemas asociados a la artrosis.
Esto fue realmente una noticia muy agradable, pues pude estimular a otro ser humano a emplear medicina alternativa. Esto se traduce en una mejor calidad de vida al evitar el empleo de fármacos antiinflamatorios.
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https://www.researchgate.net/publication/11746367_Efficacy_and_safety_of_freeze-dried_cat%27s_claw_