Esta semana me encontré con una paciente en el mercadillo a donde suelo ir, ella estaba escogiendo unos endulzantes artificiales en uno de los estantes ubicados en el pasillo, y además llevaba algunos cereales en su carrito de compra.
Me acerque a saludarla y para mi sorpresa ella estaba muy contenta al verme porque tenía una gran inquietud con respecto a los endulzantes artificiales para bajar de peso porque me había escuchado alguna vez comentando que en realidad no son tan buenos para ese cometido.
Su hijo tiene problemas de obesidad y leyó en la internet que los edulcorantes son excelente sustituto del azúcar si se busca bajar de peso. Pero, aunque ella fue a comprar lo que su hijo le pidió no estaba muy convencida de su eficacia.
Le comente que, ciertamente, la industria de nutrición durante mucho tiempo ha hecho ver muchas cosas como ciertas que en verdad no lo son y que incluso, muchas de esas cosas que nos han dicho son realmente perjudícales para nuestra salud y más si padecemos de problemas como sobrepeso, diabetes, colesterol alto, entre otras enfermedades.
Así que aquí os compartos algunas mentiras sobre el uso de endulzantes artificiales como sustito ideal del azúcar.
1. Falso: Reduce peso usando endulzantes artificiales como una alternativa del azúcar en tu dieta
Los endulzantes artificiales son un elemento en común que poseen muchas personas que desean eliminar unos cuantos kilos de su peso corporal; sin embargo, irónicamente y a pesar de ser recomendada por muchos nutricionistas, estudios realizados desmienten esta alternativa como un método positivo para perder
peso.
Y es que científicos han demostrados que quienes emplean endulzantes artificiales en su dieta, en lugar de perder peso comienzan a ganarlos, en comparación con aquellas personas que utilizan endulzantes naturales.
Un ejemplo de cómo los endulzantes artificiales te ayudan a aumentar de peso es que hace algunos añitos atrás, para ser más precisa en el 2005 se llevó a cabo la recolección de antecedentes del Estudio San Antonio Heart que tuvo una duración de 25 años y que demostró que los que bebieron soda de dieta aumentaron su riesgo de sufrir de sobre peso en 65% en siete u ocho años, cosa que no ocurrió en aquellas personas que solo consumieron soda regular; además tenían un 41% de probabilidades más que otras personas a ser obesos.
Por otro lado, dedujeron que este comportamiento del endulzante artificial en el organismo se debía a:
- Sin importar la carga calórica, lo que parece incrementar el apetito es el sabor dulce en nuestra boca.
- Los endulzantes artificiales, pueden atontar tus sentidos y la habilidad de tu cuerpo para el conteo de las calorías.
- Este punto puede parecer un poco controversial pero es totalmente cierto. Lo que genera el deseo de ingerir más dulce, así como el consumir azúcar, son los endulzantes artificiales. En otras palabras, ingerir endulzantes artificiales no va a ayudarte a disminuir su ingesta, por el contrario te va a empujar a que consumas más.
Lo que yo te recomiendo es eliminar todo aquello que contengan edulcorantes artificiales y si necesitas endulzar alguna bebida o postre, hazlo con endulzantes naturales.
2. Gran Mentira: Utilizar endulzantes artificiales es el sustituto del azúcar para diabéticos
La industria de nutrición ha promovido durante mucho tiempo el uso de endulzantes artificiales como una alternativa confiable para evitar el azúcar, sin embargo, el aspartame (un endulzante artificial), que fue considerado como una sorpresa química por su increíble sabor, similar al azúcar pero sin las calorías que esta contiene, puede producir cambios en los niveles de glucosa en la sangre.
Investigaciones han descubierto que el aspartame acrecienta la sensibilidad a la insulina y que además puede causar problemas a la función cerebral. Por lo tanto, si eres diabético o pre diabético, ingerir endulzantes artificiales te dará resultados distintos a los que esperas.
3. Falso: La fructosa es muy buena
La fructosa es posiblemente uno de los peligros más presentes para tu salud. Lamentablemente la industria de la nutrición nunca te lo ha demostrado. Sin embargo, se ha deducido que consumir en exceso fructosa representa un factor grave en problemas de obesidad. De igual manera problemas en enfermedades crónicas e incluso mortales.
En Estados Unidos una de las formas más comunes de comer fructosa es a través de productos que contienen jarabe de maíz. La fructosa puede ser la responsable de muchos males en la salud de personas que la consumen en altas cantidades.
Por otro lado, muchos médicos afirman que tanto el azúcar como la fructosa de forma moderada complementan una dieta sana. Igual sucede con los grandes productores de jarabe de maiz. Ellos rechazan que exista evidencia que compruebe que metabólicamente la fructosa es incluso más dañina que la azúcar.
Mi recomendación es que procures comer solo 25 gramos de fructosa al día. Esto incluye delimitar un poco la fructosa que contienen las frutas a 15 gramos dentro de los 25 que ya te mencioné.
Pero además te puedo decir que evitar comer dulces, si tu dieta es la típica dieta americana, no hará mayor diferencia. Muchos alimentos y bebidas dentro de esta dieta contienen jarabe de maíz con alto grado de fructosa.
4. Falso: Comer granos enteros es bueno para tu salud
Esta mentira, es realmente una de las más comunes en la industria de la nutrición. Durante años nos han dicho que consumir granos enteros es benéfico para la salud, sin embargo es todo lo contrario.
Los granos incluyendo los orgánicos elevan la sensibilidad a la insulina, además todos contienen gluten. Es un elemento al cual muchas personas son sensibles o hasta alérgicas.
En Estados Unidos, una buena cantidad de personas tienen serios problemas para controlar los niveles de insulina en su cuerpo. Esto es más grave si padecen de problemas de obesidad, hipertensión, diabetes o colesterol alto.
Te sugiero eliminar, o por lo menos disminuir el consumo de granos, al igual que de azúcar y fructosa. Especialmente si presentan algunas de las condiciones que mencioné u otra relacionada con los niveles de insulina.
Pero si tu caso es como el de mi paciente que no tiene problemas de sobrepeso (ella no, su hijo sí), ni con la insulina o sensibilidad al gluten, está bien que consumas en una cantidad moderada granos en tu dieta. Recuerda monitorear tu salud porque lo que a los 30 puede estar bien, podría ser problema a los 40 años.
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Referencias:
- Shape Magazine, 9 Ingredients Nutritionists Won’t Touch
- Authoritynutrition.com February 11, 2013
- UT Health Science Center June 14, 2005
- Journal of the American Dietetic Association 1991 Jun;91(6):686-90
- International Journal of Obesity and Related Metabolic Disorders 2004 Jul;28(7):933-5
- Huffington Post April 20, 2010
- Nutrition Journal 2010 Jul 2;9:28
- The World Cancer Research Fund (WCRF) Report