Menta Para El Dolor Muscular y La Digestión

La planta de menta ha sido empleada desde hace miles de años, siendo valorada como calmante del sistema digestivo. Diversos estudios han permitido comprobar además su eficacia en el tratamiento multimodal del dolor, incluyendo el sistema musculoesquelético.

De esta planta, que ha llamado mucho la atención desde siempre, les voy a hablar a solicitud de Giselle. Ella es una seguidora de Delaware a quien le encanta realizar labor comunitaria, en especial con los adultos mayores. Giselle me comentaba, que conocía muchas personas de la tercera edad, que con frecuencia presentan dolores a nivel muscular.

Incluso, muchos de ellos suelen presentar diversas molestias a nivel digestivo. Y precisamente se comunicó conmigo, a fin de solicitarme una alternativa natural prometedora para el alivio de los dolores musculares. Además de ello, también requería una opción para tratar las molestias digestivas sin ocasionar efectos secundarios.

Desde hace mucho tiempo, conozco acerca de la menta por experiencia propia y por el estudio de informes científicos. Esto me permitió elaborar un dossier para Giselle, donde le mencionaba acerca de las propiedades y beneficios de la menta.

Muchas personas hoy en día, por efecto de sus actividades, su edad o desarreglos dietéticos padecen diversas molestias de salud. Al tomar eso en cuenta, decidí compartir esta información en mi página.

¿Por qué experimentamos dolor muscular?

El dolor muscular, técnicamente denominado mialgia, se origina a causa de infecciones, enfermedades, lesiones o por otros problemas de salud. El dolor puede presentarse de forma crónica, con efectos profundos y constantes o mostrarse de forma aleatoria.

¿Por qué experimentamos dolor muscular?

De hecho, algunas personas suelen padecer de dolor muscular a nivel de todo el cuerpo y otras en lugares específicos. Se sabe, que las personas de todas las edades podrían experimentar dolores musculares. De acuerdo a la Clínica Cleveland, cuando las personas inician rutinas nuevas de ejercicio experimentan dolor muscular de aparición retardada.

Cabe destacar, que los dolores musculares podrían aparecer hasta doce horas posterior a un entrenamiento y permanecer hasta 48 horas. El dolor muscular suele acompañarse de espasmos, calambres y dolor en las articulaciones

Las personas de todas las edades pueden tener dolores musculares. Cuando pruebas una nueva actividad física o cambias tu rutina de ejercicios, puedes experimentar dolor muscular de aparición retardada (DOMS). Los dolores musculares pueden aparecer de seis a 12 horas después de un entrenamiento y durar hasta 48 horas.

Sientes dolor mientras los músculos se curan y se fortalecen.

El dolor muscular posee causas diversas, entre ellas destacan:

Enfermedades autoinmunes

Dentro de las enfermedades autoinmunes que causan dolor, destacan la miositis por cuerpos de inclusión, miopatías inflamatorias y polimiositis. También se incluyen la esclerosis múltiple y el lupus.

Procesos infecciosos

A su vez, las infecciones ocasionadas por virus y bacterias ocasionan dolor corporal generalizado e incluso inflamación de los ganglios. Dentro de estas infecciones mencionamos: gripe, COVID-19, resfriados, enfermedad de Lyme, malaria, fiebre maculosa de las Montañas Rocosas y triquinosis.

Medicamentos

Se ha logrado establecer, que determinados medicamentos y el empleo de ciertas terapias ocasionan procesos de dolor temporal o crónico. Ellos ocasionan inflamación alrededor de las células musculares (miositis) o estimulan ciertos receptores del dolor muscular. Dentro de estos tratamientos podemos mencionar:

  • Fármacos antihipertensivos (por ejemplo, inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina)
  • Medicamentos para el tratamiento del cáncer (quimioterapia)
  • Radioterapia
  • Estatinas (fármacos para la reducción del colesterol y triglicéridos).

Lesiones

Existen ciertas lesiones ocasionadas al emplear repetidamente los músculos (trabajo o ejercicio). Incluso, pueden presentarse dolores musculares por sobrecarga. Dentro de ella destacan: síndrome de dolor miofascial, tendinitis, tendinosis, esguinces abdominales y de espalda, traumatismos y fracturas.

Trastornos neuromusculares

Esta afección, produce un desequilibrio sobre los nervios, que controlan los músculos voluntarios y los que comunican información sensorial cerebral. Como sabemos las neuronas envían y reciben impulsos eléctricos, que coadyuvan en el control de los músculos voluntarios.

No obstante, cuando las neuronas fallan o mueren se interrumpe la comunicación entre el sistema nervioso y músculos. Esto acarrea el debilitamiento y desgaste o pérdida del tejido muscular(atrofia). Los trastornos neuromusculares incluyen:

  • Esclerosis lateral amiotrófica
  • Esclerosis múltiple
  • Miastenia gravis (debilidad muscular fluctuante y fatiga de diferentes grupos musculares)
  • Enfermedad de Charcot-Marie-Tooth (enfermedades crónicas del sistema nervioso periférico)
  • Distrofia muscular
  • Neuropatía periférica
  • Atrofia muscular espinal.

Otras afecciones que causan dolor muscular

  • Algunos tipos de cáncer: entre ellos destacan el cáncer de tejidos blandos (sarcoma) y el cáncer de sangre (leucemia)
  • Fibromialgia
  • Síndrome compartimental crónico por esfuerzo (afección muscular y nerviosa inducida por el ejercicio)
  • Hipotiroidismo
  • Claudicación (dolor ocasionado por un flujo sanguíneo insuficiente en los músculos durante el ejercicio)
  • Síndrome de fatiga crónica
  • Síndrome compartimental (acumulación de presión en los músculos).
  • Desequilibrio de electrolitos (presencia excesiva de minerales como calcio, magnesio, sodio y potasio en la sangre)
  • Enfermedad arterial periférica (EAP)
  • Artritis reumatoide
  • Procesos de estrés y tensión
  • Dermatomiositis (inflamación de músculos, vasos sanguíneos y piel)
  • Artritis reumatoide
  • Polimialgia reumática
  • Calambres.

Algunas generalidades acerca de la menta

Denominada también como menta piperita, esta planta milenaria es un híbrido natural formado por la menta de agua (Mentha aquatica) y la menta verde (Mentha spicata). La menta formó parte de la medicina natural empleada para tratar la indigestión, en el antiguo Egipto, Grecia y Roma.

Vale destacar, que los arqueólogos han encontrado hojas deshidratadas de menta en las pirámides egipcias que datan de 1.000 años a.C.

Se ha establecido, que fue cultivada por primera vez en Inglaterra a finales del siglo diecisiete. De acuerdo a los expertos, la menta se popularizó en Europa occidental en el siglo XVIII. Era utilizada principalmente para tratar las náuseas matutinas, vómitos, dolores menstruales e infecciones respiratorias.

Cabe destacar, que actualmente figura en la Farmacopea Herbal Británica. Se menciona como remedio para los dolores menstruales, náuseas, gases, resfriados y cólicos intestinales.

Esta planta es considerada una hierba perenne y crece en Europa y Norteamérica. De sus hojas se extrae un aceite esencial muy valorado por sus múltiples aplicaciones agroindustriales, culinarias, cosméticas y medicinales. El mismo se extrae a partir de las hojas frescas de menta, empleando destilación al vapor.

De acuerdo a los estudios, presenta más de ochenta componentes. Sin embargo, son solo unos cuantos de ellos los que han sido más estudiados. A saber el mentol, mentona, cineol y acetato de mentilo. El componente en mayor concentración, considerado el principal compuesto bioactivo, es el mentol.

Además de ello, sus hojas aportan, por cada 14 g (menos de un tercio de taza):

  • Seis calorías
  • Un gramo de fibra dietética
  • 4% de la Ingesta Diaria Recomendada (IDR) de Folato
  • 12% IDR de vitamina A
  • 8% IDR de manganeso
  • 9% IDR de hierro.

Propiedades de la menta

Debido a la gran cantidad de compuestos presentes en la menta, esta planta presenta diversas propiedades interesantes. Dentro de ellas, podemos destacar:

Propiedades de la menta

  • Antisépticas
  • Analgésicas (alivia el dolor)
  • Antitusivas
  • Antifatigas
  • Relajantes
  • Ergogénicas (mejora el rendimiento físico)
  • Antiespasmódicas
  • Anestésicas
  • Coleréticas (estimula la secreción de bilis por parte del hígado)
  • Carminativas (favorece expulsión de gases)
  • Descongestionantes
  • Espasmolíticos (inhiben la motilidad de la fibra muscular lisa del tubo digestivo)
  • Antitusivas
  • Antifatigas
  • Relajantes.

La menta puede ayudar a combatir los dolores musculares

Desde hace siglos, la menta ha sido empleada de forma tópica mediante inhalación e ingerida. Aplicada de forma tópica o inhalada, puede ayudar a controlar diversos procesos dolorosos en los músculos y cabeza.

De acuerdo a los especialistas, el empleo tópico de la menta puede ser una opción valiosa, aunque se estén empleando otras estrategias para aliviar el dolor.

La menta puede ayudar a combatir los dolores musculares

Desde hace unos años, la ciencia ha venido estudiando una serie de compuestos que tienen propiedades ergogénicas. Cabe destacar, que el empleo de estos compuestos ha sido mencionado a lo largo de la historia. Y actualmente aún se emplean a fin de mejorar el rendimiento deportivo, al minimizar o eliminar los síntomas de fatiga.

Dentro de los compuestos más comúnmente empleados destacan la cafeína, que favorece el metabolismo de las grasas. Sin embargo, se emplean además los aminoácidos a fin de incrementar la síntesis de proteínas, así como ciertas vitaminas y minerales para mejorar el proceso energético.

Asimismo, diversos estudios han permitido establecer las propiedades ergogénicas de la menta. De acuerdo a los expertos se ha utilizado como anestésico a nivel clínico y a nivel paraclínico. Desde antiguo, la menta es reconocida por sus efectos antiespasmódicos y se ha demostrado que posee también efectos analgésicos.

Algunos estudios han comprobado, que el aceite esencial de menta diluido en etanol, puede combatir el dolor de cabeza. Igualmente, diversas pruebas han demostrado que la aplicación externa del extracto de menta eleva el umbral del dolor.

Incluso, existen estudios realizados en personas mayores de setenta años, que presentaban resistencia a las terapias habituales para el dolor. Mediante estas pruebas se demostró, que la aplicación tópica del aceite esencial de menta logró reducir el dolor. Además de ello, se logró mantener el efecto analgésico hasta por seis horas.

La menta también produce efectos positivos cuando se inhala o se ingiere

Algunos investigadores han demostrado, que los aceites volátiles que confieren el aroma de la menta pueden reducir ciertas cargas físicas. Esto incluye, la carga de trabajo física temporal percibida, además del esfuerzo.

Un estudio mostró, que la administración de menta logró aumentar el rendimiento. Al autoevaluarlo, se observó un incremento del vigor y la disminución de la fatiga.

Otros estudios realizados en deportistas mostraron, que la inhalación de aceite esencial de menta logró mejorar su desempeño. Ello incluyó, el incremento de la velocidad alcanzada en las carreras y el rendimiento al efectuar flexiones. También mejoró la fuerza de agarre, pero no mejoró la habilidad de los tiros libres (baloncesto).

Los investigadores han evaluado también el efecto del olor de la menta en el agua de beber. Este efecto se observó durante un entrenamiento con deportistas. De acuerdo a los resultados se logró corroborar, que se lograron resultados similares al aceite esencial inhalado.

Allí, los atletas realizaron una prueba de quince minutos de duración en la cinta de correr. Los investigadores administraron cincuenta mililitros de diversas bebidas cada tres minutos (agua de menta, agua natural y bebida deportiva).

Finalizada la prueba, el agua de menta y las bebidas deportivas produjeron una mayor valoración del rendimiento personal y una mejora del estado de ánimo. Asimismo se observó, que el extracto de menta ingerido antes el ejercicio, disminuyó los niveles de lactato en la sangre.

Se ha determinado, que los esfuerzos breves e intensos favorecen el incremento de lactato. De acuerdo a la ciencia, el lactato genera un proceso de acidosis metabólica, lo cual provoca un bloqueo fisiológico neuromotriz. Esto implica el desencadenamiento de un estado de fatiga, que incide directamente sobre el rendimiento.

De acuerdo a los resultados, un suplemento de menta puede favorecer la relajación de los músculos fatigados.

La menta y sus efectos sobre los problemas digestivos

De acuerdo a ciertos estudios de laboratorio se demostró, que la menta posee efectos espasmolíticos y analgésicos. Diversos estudios han corroborado además su efecto sobre la motilidad gastrointestinal.

Según evidencias recabadas hasta ahora, el mentol (componente principal del aceite esencial de la menta), ejerce un bloqueo sobre los canales de calcio a nivel del músculo liso.

Este efecto favorece la relajación del musculo liso intestinal. Incluso, de acuerdo a otros estudios se detectó que el aceite esencial de menta puede afectar el sistema nervioso entérico (sistema nervioso autónomo responsable de controlar las funciones del aparato digestivo).

Mediante diversas pruebas se ha demostrado, que el aceite esencial de menta disminuye la contractilidad del intestino delgado y el tránsito intestinal. Se ha observado además, que el aceite esencial de menta puede disminuir el espasmo del colon y el peristaltismo.

Un estudio aleatorio realizado durante una colonoscopia, determinó que se produjo una relajación del colon al administrar de forma intraluminal aceite esencial de menta. La menta también es capaz de disminuir la sensibilidad de los órganos internos, lo cual puede tener un efecto importante en la reducción del dolor interno.

De acuerdo a ciertos estudios se logró demostrar, que la menta logró disminuir la presión del esfínter esofágico inferior. De hecho, el aceite esencial administrado por vía oral redujo los espasmos a nivel del esófago.

Este efecto ha sido observado sobre la presión y motilidad a nivel gástrico. Así, mediante ingesta oral y aplicación de spray tópico se disminuyó el espasmo y motilidad gástrica, disminuyendo así el dolor.

Según otros estudios, la menta posee efectos ansiolíticos. Esto produce un incremento de la dopamina, reduciendo la fatiga mental. Este interesante efecto fue demostrado en pacientes con síndrome de intestino irritable. También, produce una mejoría sobre múltiples síntomas gastrointestinales.

Concluyendo

Todas las investigaciones que se han realizado hasta ahora, han logrado descubrir diversos mecanismos de acción de la menta. Durante siglos, se han aprovechado los beneficios de esta planta bien en forma de infusión o como aceite esencial. Se ha determinado, que su aceite esencial contiene diversos compuestos bioactivos dentro de los que destaca el mentol.

El empleo de la menta, bien en forma de infusión o de forma tópica, permite disfrutar de una serie de propiedades. En especial las analgésicas, antiespasmódicas, calmantes y antisépticas.

Vale destacar, que la aplicación tópica del aceite de menta genera un efecto refrescante de larga duración en la piel. De acuerdo a la ciencia, esto produce una modificación de los canales de calcio de los receptores del frío e índice un incremento del flujo sanguíneo. De esta forma, se logra un alivio indescriptible frente al dolor muscular.

Por otra parte diversos estudios han logrado demostrar, que el aceite de menta, posee la capacidad de inhibir de forma no competitiva la contracción del músculo liso gastrointestinal. Este efecto ha sido bien estudiado, observando una reducción de los espasmos que producen dolores y contracciones a nivel digestivo.

Asimismo, la menta favorece la disminución de las náuseas, vómitos, eructos e inflamación abdominal.

Para Giselle la información recibida, la cual comparo con vosotros en el post, fue reconfortante. Ella me confesó, que anteriormente la menta no representaba más que un aroma o una fragancia agradable del dentífrico.

Giselle se asombró por todas las propiedades de la menta, en especial sobre los dolores musculares y problemas gastrointestinales. De hecho, lo comprobó al mostrar mejorías sin presentar ningún efecto indeseable.

“Los estudios clínicos han informado de que el mentol tópico parece ser seguro y eficaz en el tratamiento de una variedad de afecciones dolorosas, como el dolor musculoesquelético, las lesiones deportivas, el dolor neuropático y la migraña.”

Dr. Robert B. Raffa, PhD

Universidad de Arizona

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